La semana pasada, las autoridades de Bangladesh dijeron que alrededor de 8.000 rohingyas más habían huido a Bangladesh en medio de combates entre el ejército y el AA.
Spoljaric y Min Aung Hlaing «intercambiaron puntos de vista sobre los compromisos del CICR para brindar ayuda humanitaria en Myanmar y la necesidad de cooperar con los ministerios pertinentes», informó el periódico estatal The Global New Light of Myanmar.
En junio de 2021, el entonces presidente del CICR, Peter Maurer, se reunió con Min Aung Hlaing en Myanmar y solicitó que se permitiera a la organización benéfica reanudar las «visitas y actividades humanitarias» en las cárceles de Myanmar suspendidas por la pandemia de coronavirus.
Las discusiones sobre la reanudación de las visitas del personal del CICR a las cárceles «aún continúan», indicó el martes a la AFP la oficina de prensa del CICR.
Más de 20.000 presos políticos están languideciendo en las cárceles de Myanmar como resultado de la represión de la junta contra la disidencia, según un grupo de monitoreo local.
En respuesta a una pregunta sobre si Spoljaric había solicitado reunirse con la líder democrática detenida Aung San Suu Kyi, la oficina de prensa dijo: «Seguimos abogando por reanudar nuestras visitas a los detenidos y apoyar a sus familias siempre que sea posible».
La situación en Myanmar es «profundamente alarmante», con enfrentamientos, destrucción de infraestructura y restricciones a la circulación que dificultan el acceso humanitario, afirmó el CICR en su informe correspondiente a los seis meses hasta junio de este año.
«La respuesta a las crecientes necesidades humanitarias sigue siendo insuficiente», añadió.
Más de 2,7 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares desde el golpe, según Naciones Unidas.