El embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoly Antonov, regresó a Moscú el 5 de octubre cuando concluyó su mandato en Washington, según informes de los medios estatales.
La partida de Antonov marca el final de su misión durante un período de relaciones cada vez más hostiles entre las dos naciones, las peores en décadas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso confirmó la medida y la agencia estatal de noticias TASS citó el regreso de Antonov. El diplomático de 69 años, conocido por su postura de línea dura, ha sido enviado de Rusia en Washington desde 2017. Durante su mandato, Antonov fue visto como un negociador duro, particularmente en cuestiones militares y estratégicas. No ha habido ningún anuncio sobre su sucesor, informes de Reuters.
El apoyo de Antonov a las políticas del presidente Vladimir Putin ha sido firme, alineándose con la visión rusa de la invasión a gran escala como una «operación militar especial» en lugar de una guerra, como la describen Kiev y sus aliados occidentales.
Durante su carrera, Antonov se desempeñó como viceministro de Defensa durante la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y estuvo sujeto a sanciones europeas después de ser designado para Washington.
Conocido por su habilidad como negociador de control de armas, anteriormente dirigió delegaciones rusas en conversaciones internacionales clave. A pesar de las tensiones actuales, Antonov expresó su disposición a trabajar con Washington en materia de control de armas en una entrevista con TASS en agosto. «Mis tácticas para llevar a cabo negociaciones son muy simples: usted y yo necesitamos tomar un pedazo de papel y escribir lo que usted quiere y lo que yo quiero», dijo, abogando por encontrar puntos en común, incluso en términos mínimos.