TOKIO: El «Moon Sniper» de Japón aterrizará temprano el sábado (20 de enero) en la superficie lunar, una de las innumerables nuevas misiones a raíz del renovado interés en el satélite natural de la Tierra.
Si su misión Smart Lander for Investigating Moon (SLIM) tiene éxito, Japón será la quinta nación en realizar un endiabladamente complicado alunizaje suave después de Estados Unidos, la Unión Soviética, China y la India.
La nave japonesa, equipada con un mini-rover que cambia de forma desarrollado conjuntamente por la empresa detrás de los juguetes Transformer, ha sido diseñada para lograr la hazaña con una precisión sin precedentes.
Si todo va según lo previsto, aterrizará poco después de la medianoche, hora de Japón, en un área de sólo 100 metros de ancho, mucho más estrecha que la zona de aterrizaje habitual de varios kilómetros.
El éxito restauraría la reputación del Japón de alta tecnología en el espacio después de dos misiones lunares fallidas y recientes fallas de cohetes, incluidas explosiones después del despegue.
También se haría eco del triunfo del programa espacial de bajo costo de la India en agosto, cuando se convirtió en el primero en aterrizar una nave no tripulada cerca del polo sur de la Luna, en gran parte inexplorado.
El aterrizaje de Japón sería «un gran problema», afirmó Emily Brunsden, profesora de astrofísica y directora del Astrocampus de la Universidad de York.
«La precisión del aterrizaje del ‘francotirador’ es un gran salto tecnológico que permitirá diseñar misiones para abordar cuestiones de investigación mucho más específicas», dijo a la AFP.
«Por lo general, sólo hay una oportunidad de hacerlo bien, por lo que el más mínimo error puede hacer que una misión fracase», afirmó.
ROCAS «CRUCIALES»
La agencia espacial japonesa JAXA ya realizó un aterrizaje preciso en un asteroide, pero el desafío es mayor en la Luna, donde la gravedad es más fuerte.
SLIM intentará alcanzar un cráter donde se cree que el manto de la Luna (la capa interna generalmente profunda debajo de su corteza) es accesible en la superficie.
«Las rocas expuestas aquí son cruciales en la búsqueda del origen de la Luna y de la Tierra», dijo a la AFP Tomokatsu Morota, profesor asociado de la Universidad de Tokio especializado en exploración lunar y planetaria.
Esto incluye arrojar luz sobre el misterio de los posibles recursos hídricos de la Luna, que también serán clave para construir algún día bases allí como posibles escalas en el camino a Marte.
«La posibilidad de comercialización lunar depende de si hay agua en los polos», afirmó Morota.