El Papa Francisco acogió el domingo la salida de los puertos ucranianos del Mar Negro de los primeros barcos que transportaban granos previamente bloqueados por Rusia y dijo que el avance podría ser un modelo de diálogo para poner fin a la guerra en Ucrania.
El primer barco, el Razoni, partió el 1 de agosto con siete más hasta el domingo gracias a un acuerdo de exportación de granos y fertilizantes entre Moscú y Kyiv negociado por Turquía y las Naciones Unidas el mes pasado.
Se produjo después de las advertencias de la ONU sobre posibles brotes de hambruna en algunas áreas del mundo debido a la interrupción de los envíos de granos desde Ucrania que habían reducido los suministros y disparado los precios.
“Este paso demuestra que es posible dialogar para alcanzar resultados concretos que ayuden a todos”, dijo el Papa Francisco en su discurso semanal a los peregrinos y turistas en la Plaza de San Pedro.
“Este evento se presenta como un signo de esperanza y mi deseo más profundo es que, siguiendo este camino, sea posible poner fin a los combates y alcanzar una paz justa y duradera”, dijo.
Antes de la invasión rusa de Ucrania, Rusia y Ucrania juntas representaban casi un tercio de las exportaciones mundiales de trigo.
La reanudación de las exportaciones de granos está siendo supervisada por un Centro de Coordinación Conjunta (JCC) en Estambul, donde personal ruso, ucraniano, turco y de la ONU está inspeccionando barcos.
En junio, el Papa pidió el fin del bloqueo a las exportaciones marítimas de trigo desde Ucrania, diciendo que el grano no podía usarse como “arma de guerra”.