El ex presidente sunita obtuvo 182 votos en la legislatura de 329 escaños con un apoyo significativo de los bloques políticos chiítas.
El parlamento iraquí eligió a Mahmoud al-Mashhadani, un destacado legislador sunita que tiene una estrecha relación con Irán, como su nuevo presidente después de meses de estancamiento entre las facciones políticas.
Al-Mashhadani, quien anteriormente fue presidente de 2006 a 2009, fue elegido por 182 votos de los 269 legisladores que asistieron a la sesión del jueves. El parlamento tiene 329 escaños.
En noviembre de 2023, el Tribunal Supremo Federal puso fin abruptamente al mandato del presidente del parlamento suní más poderoso, Mohammed al-Halbousi, sin decir por qué, preparando el terreno para una lucha por la sucesión que se prolongó durante casi 12 meses.
Al-Halbousi, que había sido gobernador de la provincia de Anbar, fue elegido en 2018. Tenía 37 años en ese momento y se convirtió en el presidente del parlamento más joven en la historia del país. Fue reelegido en 2022 para un segundo mandato y sirvió hasta su destitución en 2023.
Al-Mashhadani aseguró su elección con un apoyo significativo de la coalición que incluye partidos chiítas influyentes y grupos alineados con Irán junto con la coalición Estado de Derecho encabezada por el ex Primer Ministro Nouri al-Maliki.
Bajo el sistema sectario de poder compartido del país, el presidente del parlamento es siempre sunita, el primer ministro chiita y el presidente kurdo.
El papel del orador es crucial en el panorama político a menudo fragmentado de Irak. Al-Mashhadani ahora tendrá que enfrentar muchos desafíos, incluida la corrupción y las divisiones internas, que también podrían amenazar su puesto.
También tendrá que lidiar con algunas leyes controvertidas, incluida una propuesta de enmienda a la ley de estatus personal de Irak que rige los asuntos familiares, que según los críticos legalizaría de hecho el matrimonio infantil.
Su elección se produce mientras Irak intenta sortear las repercusiones de las guerras de Israel en Gaza y el Líbano y equilibrar su relación con Irán y Estados Unidos.
Las milicias alineadas con Irán, como la Resistencia Islámica en Irak, han lanzado regularmente ataques con aviones no tripulados contra bases que albergan a tropas estadounidenses en Irak y Siria en represalia por el apoyo de Washington a Israel.
El gobierno de Irak ha tratado de evitar distanciarse de Estados Unidos, de quien ha dependido para su apoyo económico y militar, ya que las tropas estadounidenses todavía están estacionadas en el país principalmente para contrarrestar a ISIL (ISIS).