Kosovo ordenó la expulsión de dos diplomáticos rusos por supuestamente «poner en peligro la seguridad nacional», dijo el viernes el presidente del país balcánico, acusando a Rusia de intentar desestabilizar la región.
La presidenta Vjosa Osmani dijo en un comunicado que pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores «que declare a dos funcionarios de la Oficina de Enlace de la Federación de Rusia en Kosovo ‘persona non grata'».
Atribuyó la decisión a sus supuestas «actividades nocivas que pueden poner en peligro la seguridad nacional y el orden constitucional» de Kosovo. Osmani no proporcionó más detalles.
Dijo que el Ministerio de Relaciones Exteriores «ha notificado a las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley y las autoridades pertinentes» para implementar la decisión.
La declaración de Osmani agregó que Kosovo está «decidido a luchar contra la influencia maligna de (Rusia) y sus representantes en la región, que apuntan a socavar nuestros logros, y los de Estados Unidos, la OTAN y la (Unión Europea)».
Osmani agregó que Pristina «continuará cooperando estrechamente con nuestros aliados estadounidenses y europeos para evitar que Kosovo y los países vecinos sean presa de las ambiciones (rusas) de desestabilizar nuestra región».
Kosovo era una provincia serbia antes de declarar su independencia en 2008. Eso siguió a los combates en 1998-1999 entre las tropas serbias y los separatistas de etnia albanesa, que terminaron después de una campaña aérea de la OTAN contra las fuerzas serbias.
Serbia y su aliado cercano Rusia no han reconocido la independencia de Kosovo.