Cardiomind, desarrollado conjuntamente por el Hospital Zhongshan afiliado a la Universidad de Fudan y la Academia de Inteligencia Artificial de Shanghai para la Ciencia, compara historias de los pacientes y prueba los resultados con la investigación global para generar sugerencias de diagnóstico.
Según sus creadores, el sistema no pretende ser un reemplazo para los médicos, sino más bien un «copiloto» que puede ayudar a los médicos sobrecargados a trabajar más rápido y con mayor precisión.
«Lo estamos alimentando con datos cardiovasculares y enseñándolos a pensar como un cardiólogo experto», dijo Ge Junbo, un destacado cardiólogo y académico de la Academia de Ciencias de China, que encabezó el proyecto.
«Con la ayuda (de la IA), nuestros médicos pueden atender a más pacientes, reducir la carga de trabajo general y mejorar la calidad del diagnóstico y el tratamiento», dijo GE a Yicai Global News.
Mientras que las herramientas de IA como Cardiomind están proliferando a nivel mundial, los defensores argumentan que podrían ser especialmente transformadoras en China, donde una fuerza laboral y la población que envejece está esforzando los recursos médicos.
La urgencia es clara. Por ejemplo, los 136 médicos del Departamento de Cardiología de Zhongshan manejaron 820,000 visitas ambulatorias, una proporción que subraya las presiones que enfrenta los principales hospitales públicos de China.