PRESIÓN SOBRE LAS CELEBRIDADES TAIWANESAS
Zero Day no eligió a ningún artista de renombre. De hecho, la producción tuvo algunas dificultades ya que los creadores tuvieron problemas para elegir actores y actrices para protagonizarla.
Muchos temían que pudieran ser incluidos en la lista negra de China por participar en la serie, según los creadores.
“Algunos miembros del equipo renunciaron durante el rodaje debido a la presión de China. Habían firmado documentos que restringían sus opiniones como una de las condiciones para ingresar al mercado chino, por lo que algunos directores renunciaron por eso”, dijo la señora Cheng en la entrevista con Reuters.
“También fue bastante difícil reclutar actores. Lo esperaba porque los actores a los que les ha ido bien en China estarían preocupados por unirse a la producción”.
Esta presión sobre las celebridades taiwanesas no es algo inaudito, dijeron los observadores.
Dijeron que muchos respaldarían los sentimientos pro-China -a menudo a través de publicaciones en las redes sociales o la participación en eventos patrocinados por el Estado- para mantener sus carreras en el lucrativo mercado chino.
Algunos se han mantenido neutrales, evitando declaraciones políticas explícitas para eludir la controversia.
Pero incluso esta neutralidad puede percibirse como un apoyo tácito a la independencia de Taiwán, lo que podría generar una reacción violenta, dijeron los analistas.
Agregaron que encontrar un delicado equilibrio entre creencias personales y obligaciones profesionales es un desafío para las celebridades.
La “guerra cognitiva” también se ha vuelto cada vez más crucial, incluso en el espacio digital, señaló el profesor Niu de la Universidad de Cultura China.
«Esto se lleva a cabo mediante operaciones sutiles y graduales destinadas a influir en las percepciones de la gente del otro lado», añadió.
“Actualmente, esta guerra cognitiva trasciende el concepto tradicional de propaganda utilizado durante la Segunda Guerra Mundial, ya que combina operaciones relacionadas con plataformas de redes sociales. El objetivo es hacer que la gente del otro lado al menos no me odie, si no se identifique conmigo o incluso les agrade”.