La máquina semiautomatizada utilizada en este proceso cuesta alrededor de 400.000 dólares y tiene capacidad para fabricar 30.000 discos de vinilo al mes.
Pero después de un año en funcionamiento, PHR Pressing solo produce entre 1.000 y 2.000 registros por mes, lo que subraya los desafíos de sostener un negocio de este tipo a largo plazo.
“Nuestro desafío es convencer a los vendedores locales, a los compradores locales o a las bandas locales, a los sellos locales de que lo que tenemos aquí en nuestras instalaciones es tan bueno como lo que también ofrecen las plantas en el extranjero”, dijo su cofundador Taufiq Rahman.
Por ejemplo, señaló que ciertos discos de vinilo que la planta prensaba estaban masterizados en Europa.
La masterización es el proceso de crear un disco master separado que puede transferirse a vinilo y proporcionar una reproducción perfecta con un sonido de alta calidad.
“Este es nuestro esfuerzo por traer calidad de clase mundial a Indonesia”, dijo Taufiq.
A pesar de estos desafíos, PHR Pressing tiene la intención de seguir adelante y se mantiene optimista respecto de la demanda, especialmente en la región. Solo hay otra planta de prensado de vinilo en el sudeste asiático, ubicada en Tailandia.
También se suman a esta tendencia más músicos locales. El grupo electrónico White Chorus ha relanzado recientemente su primer álbum en vinilo, del que se han editado 200 copias con PHR Pressing.
Uno de sus dos miembros, Emir Agung Mahendra, dijo que existe el riesgo de que los envíos sean retenidos por la aduana si busca producir sus discos de vinilo en el extranjero.
“Si lo logramos en Indonesia, será mejor y más seguro”, añadió.
“Estoy seguro de que a los músicos locales les encantaría tener un lanzamiento en vinilo. El vinilo es un elemento fundamental para los músicos”.