España legalizará a unos 300.000 inmigrantes indocumentados al año, a partir del próximo mes de mayo y hasta 2027, dijo el miércoles el ministro de Migraciones del país.
La política tiene como objetivo ampliar la fuerza laboral del país envejecido y permitir que los extranjeros que viven en España sin la documentación adecuada obtengan permisos de trabajo y residencia. España se ha mantenido en gran medida abierta a recibir inmigrantes, incluso cuando otras naciones europeas buscan endurecer sus fronteras a los cruces ilegales y a los solicitantes de asilo.
España necesita alrededor de 250.000 trabajadores extranjeros registrados al año para mantener su estado de bienestar, dijo la ministra de Migraciones, Elma Saiz, en una entrevista el miércoles. Sostuvo que la política de legalización no va dirigida únicamente a «la riqueza cultural y el respeto a los derechos humanos, sino también a la prosperidad».
«Hoy podemos decir que España es un país mejor», dijo Saiz a la emisora nacional Radiotelevisión Española.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, ha descrito a menudo las políticas migratorias de su gobierno como un medio para combatir la baja tasa de natalidad del país. En agosto, Sánchez visitó tres países de África occidental en un esfuerzo por abordar la migración irregular a las Islas Canarias de España.
Muchos ven el archipiélago frente a la costa de África como un paso hacia la Europa continental, donde jóvenes de Malí, Senegal, Mauritania y otros lugares se embarcan en peligrosos viajes por mar en busca de mejores oportunidades laborales en el extranjero o huyendo de la violencia y la inestabilidad política en casa.
La nueva política, aprobada el martes por el gobierno de coalición minoritaria de izquierda de España, simplifica los procedimientos administrativos para visas de corto y largo plazo y brinda a los inmigrantes protecciones laborales adicionales. Extiende una visa ofrecida anteriormente a quienes buscan empleo de tres meses a un año.
A mediados de noviembre, unos 54.000 inmigrantes indocumentados habían llegado este año a España por mar o tierra, según el Ministerio del Interior del país. No está claro el número exacto de extranjeros que viven en España sin documentación.
Muchos inmigrantes irregulares se ganan la vida en la economía sumergida de España como recolectores de fruta, cuidadores, conductores de reparto u otros trabajos mal pagados pero esenciales que los españoles suelen pasar por alto.
Sin protección legal, pueden ser vulnerables a la explotación y el abuso. Saiz dijo que la nueva política ayudaría a prevenir tales abusos y «serviría para combatir las mafias, el fraude y la violación de derechos».
La economía española se encuentra entre las de más rápido crecimiento de la Unión Europea este año, impulsada en parte por la inmigración y un fuerte repunte del turismo tras la pandemia.
En 2023, España expidió 1,3 millones de visados a extranjeros, según el gobierno.