Estados Unidos y Gran Bretaña acusaron formalmente el martes a Irán de suministrar misiles balísticos de corto alcance a Rusia para utilizarlos en la guerra en Ucrania, y tomarán medidas para castigar a los implicados.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, hablando junto al secretario de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, durante una visita a Londres, dijo que las sanciones se anunciarán más tarde el martes.
“Rusia ya ha recibido envíos de estos misiles balísticos y es probable que los utilice en las próximas semanas en Ucrania contra los ucranianos”, dijo Blinken. “El suministro de misiles iraníes permite a Rusia utilizar una mayor parte de su arsenal para objetivos que están más alejados de la línea del frente”.
El anuncio se produce en un momento en que Blinken y Lammy se preparan para realizar una visita conjunta el miércoles a Ucrania, donde se reunirán con el presidente Volodymyr Zelensky y otros altos funcionarios para hablar sobre el fortalecimiento de las defensas del país. El Kremlin está tratando de repeler la ofensiva sorpresa de Ucrania que ha reclamado cientos de kilómetros de territorio en la región rusa de Kursk.
Las acusaciones sobre los misiles iraníes podrían envalentonar a Zelenski a aumentar aún más la presión sobre Estados Unidos y otros aliados para que permitan a Ucrania utilizar misiles suministrados por Occidente para atacar el interior de Rusia y alcanzar sitios desde los que Moscú lanza ataques aéreos. El presidente Joe Biden ha permitido a Ucrania disparar misiles suministrados por Estados Unidos a través de la frontera hacia Rusia en defensa propia, pero ha limitado en gran medida la distancia por temor a una mayor escalada del conflicto.