Si te pidieran que imaginaras a un soltero de toda la vida, te podría venir a la mente una «dama loca de los gatos».
Pero un nuevo estudio sugiere que en realidad hay tres rasgos de personalidad clave que revelan si alguien permanecerá soltero de por vida.
Investigadores de la Universidad de Bremen compararon a personas solteras y aquellas en pareja en cuanto a sus índices de satisfacción con la vida y los rasgos de personalidad de los «Cinco Grandes».
Los resultados revelaron que los solteros eran menos extravertidos, menos concienzudos y menos abiertos a las experiencias que las personas casadas o en pareja.
Los solteros de toda la vida también obtuvieron puntuaciones más bajas en satisfacción con la vida.
«Existen diferencias entre las personas que permanecen solteras toda su vida y las que forman pareja», afirmó Julia Stern, una de las autoras del estudio.
‘Tenemos que cuidar más a esta gente. Si tienen personas que los cuiden o los cuiden regularmente, esto podría ayudar”.
Un nuevo estudio sugiere que hay tres rasgos clave de personalidad que revelan si alguien permanecerá soltero de por vida (imagen de archivo)
Los solteros son menos extrovertidos, menos concienzudos y menos abiertos a las experiencias que las personas que estaban casadas o tenían una relación.
Varios estudios previos han analizado los impactos de ser soltero.
Sin embargo, las definiciones de soltería variaron enormemente: muchos estudios sólo consideraron el estado actual de los participantes, en lugar de su historial de relaciones anteriores.
Para abordar este problema, el equipo reclutó a más de 77.000 personas mayores de 50 años, que se dividieron en cinco grupos.
Estos fueron: estar actualmente en pareja, nunca haber vivido con una pareja, nunca estar casado o nunca haber tenido una relación a largo plazo.
Los participantes completaron encuestas sobre su satisfacción con la vida, así como sobre sus cinco grandes rasgos de personalidad: apertura a la experiencia, escrupulosidad, extraversión, amabilidad y neuroticismo.
Los resultados revelaron que las personas que nunca habían tenido una relación seria a largo plazo obtuvieron puntuaciones más bajas en extraversión, apertura y satisfacción con la vida que aquellas que actualmente estaban solteras pero habían vivido con una pareja o habían estado casadas en el pasado.
Los investigadores también encontraron diferencias clave entre culturas, géneros y edades.
En países con tasas de matrimonio más altas, la soltería resultó en puntuaciones de satisfacción con la vida aún más bajas.
Mientras tanto, las mujeres solteras obtuvieron puntuaciones más altas en satisfacción con la vida que los hombres solteros, mientras que las personas mayores tendían a ser más felices con su condición de solteras que los solteros de mediana edad.
Los investigadores no pueden decir definitivamente si las diferencias de personalidad se deben a la selección (las personas con ciertos tipos de personalidad pueden tener más probabilidades de iniciar relaciones) o a la socialización (las relaciones a largo plazo pueden cambiar las personalidades).
Sin embargo, dicen que la evidencia apunta a una selección.
«Es más probable que se produzcan estos efectos de selección: por ejemplo, las personas más extrovertidas tienen más probabilidades de entablar una relación», añadió la señora Stern.