MANILA:
«Todavía no estamos preparados para considerar esto como un ataque armado», dijo a los periodistas el secretario ejecutivo del presidente Ferdinand Marcos, Lucas Bersamin, cuando se le preguntó si Manila pediría a Washington que cumpliera el tratado de 1951.
El choque fue el último de una serie de enfrentamientos cada vez mayores a medida que Beijing intensifica sus esfuerzos para impulsar sus reclamos sobre el área en disputa.
El pacto de defensa mutua entre Estados Unidos y Filipinas exige que ambas partes salgan en defensa de la otra en caso de un «ataque armado» contra buques, aviones, militares y guardacostas en cualquier parte del teatro del Pacífico, que según Washington incluye el Mar de China Meridional.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, habló el miércoles con el secretario de Asuntos Exteriores de Filipinas, Enrique Manalo, sobre las recientes «acciones de escalada» de China, dijo el Departamento de Estado en un comunicado.
Blinken dijo que las acciones de China «socavan la paz y la estabilidad regionales y subrayó los compromisos férreos de Estados Unidos con Filipinas en virtud de nuestro Tratado de Defensa Mutua».