sábado, diciembre 7, 2024

‘Gran demanda’: Johor lucha por apagar las ventas de vaporizadores, impulsada por los compradores de Singapur

Afirmó no saber que los vapeadores estaban prohibidos en Johor.

“Solo soy el gerente de esta tienda, pero el dueño nunca me ha informado nada acerca de que esto sea ilegal”, dijo.

Le dijo a CNA que nueve de cada 10 de sus clientes eran singapurenses y que muchos realizan pedidos por adelantado cuando llegan nuevas existencias.

Los expertos dijeron a CNA que tiendas como éstas, incluidas las del punto B, han aprovechado las lagunas de la ley estatal al registrarse para obtener licencias para vender otros productos, pero también ofrecerían productos de vapeo como una parte importante de su negocio.

El Dr. Leevyadhashiny Ganasan, funcionario médico y líder de salud comunitaria de la Sociedad Nacional del Cáncer de Malasia (NCSM), dijo a ACI Prensa que tales casos son inevitables ya que el negocio del vapeo es lucrativo y los empresarios aprovecharían con entusiasmo cualquier laguna legal para continuar vendiendo.

“Si prohibieran esto y (cerraran las lagunas), las empresas encontrarían otra forma de vender sus productos. Desde la perspectiva de la salud pública, el desafío es mantenerlo limpio y erradicar todas esas (lagunas)”, afirmó el Dr. Ganasan.

Una gran base de clientes de estas empresas son singapurenses.

El vecino del sur de Johor prohibió el consumo y la venta de vaporizadores en 2018.

Según las estadísticas publicadas por la Autoridad de Inmigración y Puntos de Control (ICA) y la Autoridad de Ciencias de la Salud (HSA) de Singapur, 3.840 personas fueron sorprendidas en posesión o usando vaporizadores en el tercer trimestre de este año, un aumento del 52 por ciento respecto al trimestre anterior.

La ICA y la HSA dijeron que habían llevado a cabo varias operaciones conjuntas en los puntos de control aéreo, marítimo y terrestre como medida de cumplimiento.

Según la Ley del Tabaco, la posesión, uso o compra de vaporizadores electrónicos en Singapur conlleva una multa máxima de 2.000 dólares singapurenses (1.493 dólares estadounidenses).

También es un delito importar, distribuir, vender u ofrecer a la venta vaporizadores y sus componentes.

Una persona condenada por este delito puede enfrentarse a una multa de hasta 10.000 dólares singapurenses, una pena de cárcel de hasta seis meses, o ambas, por el primer delito. La multa máxima y la pena de cárcel se duplican en caso de un delito posterior.

En el lado este de Johor Bahru en Pasir Gudang, la CNA visitó una tienda que estaba marcada en Google Maps como una “tienda que vende vaporizadores cerca”.

La tienda, ubicada en el segundo piso a lo largo de una hilera de locales comerciales, no tenía ningún letrero. Estaba catalogado como espacio de oficinas en el directorio del edificio. La tienda también estaba cerrada por dentro, pero el gerente de la tienda, que quería ser conocido sólo como «Edge», permitió la entrada a CNA.

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