Miles de brasileños se congregaron este miércoles en Sao Paulo y las principales ciudades por el Grito de los Excluidos, en un contexto de retroceso social, con altos índices de pobreza, hambruna y poca ayuda del Estado.
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Los manifestantes cuestionan qué sectores se beneficiaron de la independencia en un país que, durante la administración de Jair Bolsonaro, vio un aumento en el número de personas que enfrentan inseguridad alimentaria, escasez de vivienda y poco o ningún acceso a los servicios de salud. En cambio, el sector más rico de la población vio crecer sus grandes fortunas.
En Sao Paulo, los manifestantes se concentraron frente a la Catedral Sé. Por iniciativa del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y de los comités populares de la campaña presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva, entregaron desayunos para 5 mil personas sin hogar.
Según cifras oficiales, alrededor de 32 000 personas viven en las calles de Sao Paulo. El déficit habitacional nacional se estima en 6 millones de viviendas y 33 millones de personas son víctimas del hambre.
#28Gritos Excluidos El Grito de los Excluidos es un conjunto de manifestaciones populares que tienen lugar durante la Semana de la Patria, que culmina el 7 de septiembre. El objetivo es llamar la atención sobre los que han sido y son marginados en ���� a lo largo de su historia.
— Brasil de Fato en Español (@brasildefato_es)
7 de septiembre de 2022
El Grito de los Excluidos es un conjunto de manifestaciones populares durante la Semana de la Patria, que finaliza el 7 de septiembre. El objetivo es llamar la atención sobre quienes han sido marginados a lo largo de su historia.
Lula expresó a través de Twitter su «fe en que Brasil recuperará su bandera, soberanía y democracia», y señaló que «este día «debe ser un día de amor y unión para Brasil».
Bolsonaro, por su parte, dijo en un discurso a sus simpatizantes que el país enfrenta «una lucha entre el bien y el mal. El mal que duró 14 años en nuestro país, que casi destruyó nuestra patria», en referencia a Lula y Dilma Rousseff. gobiernos El presidente también mencionó el golpe de Estado de 1964 y amenazó con que la historia se repita.
Según la última encuesta de Quaest, el expresidente Lula lidera la intención de voto para las elecciones presidenciales, con el 44 por ciento del electorado a su favor. Al mismo tiempo, Bolsonaro se queda atrás con 12 puntos porcentuales.