Habeck de Alemania visita China para hablar sobre aranceles

El ministro de Economía y vicecanciller alemán, Robert Habeck, aterrizó el viernes en Beijing para una visita de tres días en medio de tensiones por las recientes conversaciones sobre la imposición de altos aranceles a la importación de vehículos eléctricos (EV) chinos vendidos en la Unión Europea (UE).

Habeck es el primer ministro europeo de alto nivel que visita China desde que la UE anunció su propuesta arancelaria. Bruselas sostiene que la generosidad de Beijing con los subsidios gubernamentales da a los fabricantes de automóviles chinos una ventaja injusta sobre los fabricantes europeos.

China ha criticado la propuesta, amenazando con una guerra comercial mientras sus fabricantes de automóviles instan a los líderes de Beijing a nivelar los impuestos a las importaciones de vehículos europeos de combustión interna.

«La parte europea continúa intensificando las fricciones comerciales y podría desencadenar una ‘guerra comercial’. La responsabilidad recae enteramente en la parte europea», según un comunicado atribuido al Ministerio de Comercio chino.

Tanto los chinos como Alemania ven el viaje como una oportunidad para que Habeck -como portavoz de la economía más grande de Europa y con profundos vínculos con la industria china- pueda amortiguar las consecuencias sobre la cuestión de los aranceles, a los que los fabricantes de automóviles alemanes se opusieron por temor a represalias.

China representó casi un tercio de todas las ventas de automóviles alemanes el año pasado.

El propio Habeck criticó la propia estrategia de Alemania hacia China, calificándola de miope y fuera de sincronía con las estrategias chinas frente a Europa.

Hablando de un documento político alemán publicado el año pasado, Habeck dijo: «Una estrategia significa que hay que mirar hacia el futuro y describir al menos un camino hacia el futuro… incluso si nunca sucederá como se describe».

«Esta es una estrategia del gobierno alemán hacia China, por lo que lo que falta es el enfoque europeo», dijo Habeck, añadiendo que «tarde o temprano» sería necesaria una actualización, aunque sin explicar cómo evolucionaría la estrategia.

Sin embargo, Habeck también dejó claro que su viaje no aliviaría las tensiones comerciales.

Se enfrenta a un acto de equilibrio en el que las empresas alemanas buscan seguir invirtiendo en China y al mismo tiempo reducir el riesgo al intentar reducir la dependencia de China en industrias clave.

China ha sido el principal socio comercial de Alemania durante ocho años consecutivos, una racha que no se rompió hasta este año, cuando el comercio de Berlín con Estados Unidos (63.000 millones de euros, 67.400 millones de dólares) superó el comercio con Beijing (60.000 millones de euros).

En mayo, las exportaciones alemanas a China cayeron un 14%, mientras que las exportaciones a Estados Unidos aumentaron un 4,1%.

js/lo (AFP, dpa, Reuters)

Fuente

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