Últimos años año horrible Para la industria de la bicicleta ha supuesto un «reinicio» y se espera que la situación empiece a mejorar el próximo año, según el último informe de CONEBI (Confederación de la Industria Europea de la Bicicleta).
El informe Perfil de la industria y el mercado de bicicletas (BIMP) de CONEBI también señala que la industria en su conjunto ha crecido en la última década y, a pesar de un difícil 2023, dice que los problemas de exceso de existencias que han afectado a todos, desde los fabricantes hasta las tiendas de bicicletas independientes, «podrían resolverse en 2025», allanando finalmente el camino para un aumento de la producción.
Es una reiteración del sentimiento pegadizo pero más bien oscuro de «sobrevivir hasta los 25», que ha estado resonando en toda la industria desde principios de este año.
En un informe resumido En su sitio web, CONEBI afirma que «la industria europea de la bicicleta muestra resiliencia y potencial de crecimiento a pesar de los desafíos económicos de 2023».
Un aspecto importante del crecimiento de la industria en los últimos 10 años y más se debe a la infraestructura y las bicicletas eléctricas, agrega CONEBI. Las ventas de bicicletas eléctricas en particular aumentaron más del 50% con respecto a las cifras anteriores a la pandemia y siguieron teniendo un buen desempeño incluso el año pasado, con 5,1 millones de unidades vendidas en comparación con los 5,5 millones del año anterior.
Por el contrario, las ventas de máquinas tradicionales están cayendo, con una caída del 20% entre 2022 y 2023, pasando de 14,7 millones a 11,7 millones de unidades.
Como era de esperar, la producción también cayó en 2023, pero las inversiones en capacidad de producción siguieron siendo fuertes (1.900 millones de euros frente a los 2.100 millones de 2022), según CONEBI, y se están construyendo nuevos almacenes y fábricas en toda la UE. Sin embargo, las cifras de empleo habían experimentado un descenso del 5,5% en comparación con 2022, aunque esa cifra varió considerablemente de un país a otro.
En los últimos 18 meses, la industria británica ha vivido momentos muy difíciles, con numerosas bajas de alto perfil, entre ellas el cierre del distribuidor Moore Large a principios del año pasado. La empresa, cuyos orígenes se remontan a la década de 1940, culpó de su desaparición a la debilidad de la libra, la inflación y el problema habitual del exceso de existencias.
Al cierre de Moore Large le siguieron los de 2Pure, ProBikeKit y Fli Distribution, entre otros.
En octubre se anunció que el gigante minorista Wiggle entraría en administración y finalmente fue comprado por Frasers Group de Mike Ashley en febrero.