Redacción NM
Israel ha revelado recientemente algunos de los detalles que rodean la masacre de Kafr Qasem de 1956 cometida por las tropas de ocupación, en la que murieron 49 civiles palestinos.
En respuesta, los sionistas de derecha parecen estar desafiando la publicación de cientos de páginas de transcripciones de los juicios de los soldados que participaron en la masacre. Aunque los juicios se llevaron a cabo en tribunales israelíes con jueces israelíes judíos y los criminales recibieron sentencias cortas, la extrema derecha los rechaza y los condena.
«La campaña de la derecha contra la divulgación de los protocolos para enjuiciar a los perpetradores de la masacre no cambiará nada de la sangrienta verdad», explicó el historiador israelí Adam Raz, «que es que ocurrió un evento malo y sangriento en Kafr Qasem, a pesar de los esfuerzos realizados por los representantes estatales en las últimas décadas y años para mantener en secreto estos documentos, porque incluyen nueva información que muestra la participación del ejército israelí y sus altos mandos en esta masacre, no solo la ejecución por parte de los soldados subalternos o los oficiales de campo .»
Agregó en un artículo publicado por Israel’s Maariv periódico y traducido por árabe 21 que, «Los artículos legales que la derecha israelí se opone a revelar eliminan la diferencia entre la historia oficial emitida por el ejército y la verdad histórica sobre lo que sucedió en Kafr Qasem en octubre de 1956, y mientras que la narrativa oficial israelí gira en torno a una serie de soldados quienes llevaron a cabo una orden claramente ilegal, los protocolos que se revelaron nos muestran lo que había tras bambalinas del día. Cientos de páginas de protocolos que se revelaron hablaban de un plan acordado dentro del comando del ejército contra los residentes de las aldeas palestinas que fueron identificados como hostiles».
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Mientras la derecha sionista busca seguir encubriendo la bárbara masacre de palestinos en Kafr Qasem, los testimonios revelados confirman que los soldados de ocupación dejaron abierto el lado este de la aldea para que los habitantes de la aldea pudieran escapar hacia Jordania. Esto por sí solo confirma la existencia de un plan sionista claro para deshacerse de lo que el poder ocupante consideraba «minorías» en ese momento. Se dieron órdenes de fusilar a algunos palestinos para que los demás entraran en pánico.
Los soldados y oficiales israelíes mencionaron eventos similares a lo largo de los juicios, y pueden ser una novedad para el israelí promedio. Sus testimonios arrojan luz sobre la versión oficial difundida por las autoridades israelíes, y lo que la gran mayoría de los sobrevivientes de Kafr Qasem llevan diciendo desde hace muchos años, especialmente sobre los planes adelantados preparados para su expulsión.
Esto nunca se ha enseñado en las escuelas israelíes para no revelar la culpabilidad de Israel por la masacre premeditada. Debería ser ahora.
