Israel enfrentó una nueva condena el lunes por los ataques a la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, que, según funcionarios de salud locales, mataron al menos a 45 palestinos, incluidas personas desplazadas que vivían en tiendas de campaña que fueron envueltas por el fuego. El primer ministro Benjamín Netanyahu dijo que había habido un “trágico error” y que Israel estaba investigando.
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