Japón está considerando aumentar los impuestos corporativos y al tabaco en etapas, así como aprovechar los ingresos de una medida fiscal temporal para su recuperación de un gran terremoto, para cubrir un aumento planificado en el gasto de defensa, según personas con conocimiento del tema.
La coalición gobernante del Partido Liberal Democrático y el partido Komeito está explorando fuentes de financiación estables para un total combinado de 43 billones de yenes (315.000 millones de dólares) en gastos de defensa durante los próximos cinco años a partir de abril. El primer ministro Fumio Kishida ha dicho que se deberá asegurar alrededor de 1 billón de yenes anuales a través de aumentos de impuestos después del año fiscal 2024 o posterior.
Según un plan del gobierno, se asegurarán entre 700 y 800 mil millones de yenes a través de impuestos corporativos más altos y alrededor de 200 mil millones de yenes aumentando el impuesto al tabaco. Otros 200.000 millones de yenes provendrían de la medida temporal del impuesto sobre la renta adoptada tras el gran terremoto y tsunami de 2011, dijeron las fuentes.
El impulso de Kishida para aumentar la carga fiscal ha provocado una reacción violenta de algunos legisladores del partido gobernante, así como de algunos ministros del gabinete, que piden la emisión de bonos para financiar el aumento del gasto en defensa.
Pero el primer ministro ha descartado nuevos bonos del gobierno como una fuente de financiación estable, con la salud fiscal de Japón en una situación desesperada. Se espera que la coalición gobernante finalice un plan de reforma fiscal para el próximo año fiscal a finales de esta semana.
Después de los desastres de 2011, Japón impuso un recargo del impuesto de sociedades del 10 por ciento. El gobierno está considerando limitar el aumento de las cargas impositivas corporativas a un pequeño aumento esta vez y tomar medidas para suavizar el impacto en las pequeñas y medianas empresas, dijeron las fuentes.
Para las personas, el gobierno tiene un impuesto sobre la renta de reconstrucción especial temporal del 2,1 por ciento hasta 2037 para ayudar a la reconstrucción en la región de Tohoku en el noreste afectada por el desastre. Ahora está sopesando la posibilidad de ampliar el plazo y desviar parte de esos ingresos a gastos de defensa, según las fuentes.
Kishida ha dicho que el gobierno no aumentará los impuestos sobre la renta, dada la grave situación que enfrentan los hogares.
El aumento planificado en el gasto anual de defensa, que durante mucho tiempo se ha limitado a alrededor del 1 por ciento del producto interno bruto, tiene como objetivo hacer frente mejor al severo entorno de seguridad en medio de la asertividad de China, el desarrollo nuclear y de misiles de Corea del Norte y la guerra de Rusia contra Ucrania.
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