Japón se encuentra en las etapas finales de las negociaciones con Estados Unidos para comprar misiles de crucero Tomahawk de fabricación estadounidense, informó el viernes el diario Yomiuri, citando múltiples fuentes gubernamentales japonesas no identificadas.
Los Tomahawks pueden alcanzar objetivos a más de 1.000 km (620 millas) de distancia, poniendo partes de China y el Lejano Oriente ruso dentro del alcance.
Tokio busca su mayor acumulación de armas desde la Segunda Guerra Mundial ante la rápida modernización militar de Beijing y el aumento de la actividad en las aguas cercanas.
El secretario en jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, dijo que estaba al tanto del informe de los medios, pero se abstuvo de comentar.
El gobierno estaba sopesando las capacidades de contraataque, pero no se han decidido los detalles, agregó.
La preocupación por la actividad militar china en los mares y cielos alrededor de Taiwán y Japón se ha intensificado desde que Rusia invadió Ucrania en febrero, porque a Japón le preocupa que proporcione a China un precedente para el uso de la fuerza contra Taiwán.
En agosto, China disparó misiles a aguas a menos de 160 km de Japón en una demostración de poder, enojada por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán.
En el 20º Congreso del Partido Comunista la semana pasada, el líder chino Xi Jinping pidió acelerar los planes para construir un ejército de clase mundial. Dijo que su país nunca renunciaría al derecho de usar la fuerza para resolver el problema de Taiwán.
El viernes por separado, el primer ministro Fumio Kishida dijo en una conferencia de prensa que no había planes concretos para una cumbre entre los dos países.
Si bien este año marca el 50 aniversario de la normalización entre las dos naciones, Kishida dijo, sin dar más detalles, que aún había “asuntos pendientes”.
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