La autoridad de asuntos religiosos de Malasia acusó el jueves a un conglomerado investigado por abuso infantil y lavado de dinero de desplegar «elementos de esclavitud» en la forma en que opera sus negocios.
Nooh Gadot, funcionario del Consejo Nacional para Asuntos Religiosos Islámicos, dijo que ésta era una de las razones por las que las enseñanzas y creencias propagadas por GISB han sido declaradas desviadas, e instó a los musulmanes a evitar al grupo.
En septiembre, la policía allanó residencias de ancianos administradas por Global Ikhwan Services and Business (GISB), rescatando a más de 600 niños, algunos de los cuales se descubrió que habían sufrido abusos.
También arrestaron a 415 personas, entre ellas el director ejecutivo de GISB, su esposa y altos cargos de la empresa.
«GISB practica modelos económicos que tienen un elemento de esclavitud en los que las necesidades de los seguidores serán asumidas totalmente por la empresa y, a cambio, se les exige que sirvan voluntariamente sin ningún salario», dijo Nooh en un comunicado el jueves.
Nooh dijo que el grupo también propagó la creencia de que el agua utilizada para lavar el cabello, la barba o partes del cuerpo de sus líderes podría traer bendiciones.