Partes del estado de Shan en el este, que produce alrededor del 80 por ciento de la cosecha, se han visto envueltas en combates este año, que según el Myanmar Opium Survey 2024 han empujado a muchos agricultores de amapola a abandonar sus campos.
Otros posibles factores de la disminución fueron las limitaciones al movimiento hacia zonas remotas y una temporada extrema de monzones.
El informe también encontró que el exceso de oferta en el mercado regional de heroína y los cambios en la cadena de suministro global de la droga pueden haber reducido la demanda de exportaciones de opiáceos y provocado caídas de precios.
Pero la UNODC dijo que la cosecha de este año todavía representa la segunda mayor de Myanmar en las últimas dos décadas y una fuente clave de sus ingresos.
La economía de Myanmar se ha desplomado desde el golpe, y el Banco Mundial pronosticó esta semana una contracción del 1 por ciento en el año fiscal que finaliza en marzo de 2025.
Masood Karimpour, representante regional de la ONUDD para el Sudeste Asiático y el Pacífico, dijo que había un alto riesgo de una mayor expansión a medida que las cadenas de suministro se ajustan y los métodos de cultivo mejoran.
Las autoridades de Myanmar se enfrentaban a «severos desafíos» para frenar el cultivo de amapola, dijo en junio el ministro del Interior de la junta a los medios estatales.
La AFP se puso en contacto con la junta para solicitar comentarios sobre las últimas conclusiones de la ONU.
El golpe provocó agitación social y económica y conflicto armado en todo el país y ha desplazado a más de tres millones de personas, según la ONU.