Las sanciones estadounidenses, como la congelación de los activos del Banco Central, han mantenido al país sumido en una crisis económica.
El 15 de agosto de 2021, las fuerzas talibanes entraron en Kabul y tomaron el poder mientras las fuerzas lideradas por Estados Unidos se retiraban de Afganistán. Para celebrar el tercer aniversario de la retirada de las fuerzas lideradas por Estados Unidos de Afganistán, las calles y los edificios de la capital se han decorado con banderas y lemas en las paredes que dicen «Felicitaciones a la libertad» y «La nación afgana derrotó a Estados Unidos».
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“Ese día oí que los talibanes iban a entrar en la ciudad y vi por la ventana que la gente en la calle corría a casa presa del pánico”, recordó Mohammadajan, un vendedor ambulante en Kabul, la capital de Afganistán.
Pero Mohammadajan pronto se dio cuenta de que las cosas no iban por mal camino y Afganistán por fin vivió tres años de relativa paz. “La situación de seguridad aquí ha mejorado un 100 por ciento y el número de mendigos y ladrones en la calle también ha disminuido gradualmente”, afirmó.
Según el Índice Global de Terrorismo, las muertes por terrorismo disminuyeron en 519 en Afganistán en 2023, lo que representa una mejora del 81 por ciento. Este fue el primer año desde 2019 en que Afganistán no ha sido el país más afectado por el terrorismo.
“La seguridad ha mejorado en comparación con el pasado. Nuestra tienda está abierta hasta las 12 de la noche y nadie nos molesta”, dijo Hussain, un comerciante de frutos secos en Kabul.
Aunque la situación de seguridad ha mejorado significativamente, el pueblo afgano enfrenta graves desafíos económicos. En los últimos dos años, la economía del Afganistán se ha caracterizado por una tumultuosa recesión, con una asombrosa contracción del 26 por ciento del PIB real, según el Banco Mundial.
En la actualidad, la facturación ha disminuido un 50 por ciento, dijo Hussain. «En los últimos tres años, no hemos obtenido ningún beneficio». Debido a la crisis económica, el poder adquisitivo de la gente ha seguido disminuyendo y los precios también han bajado.
“Ahora la violencia ha disminuido y la gente se ha sentido aliviada hasta cierto punto, pero no podemos ignorar la reconstrucción y la modernización, aspiraciones del pueblo afgano”, dijo Najibullah Arman, editor de una organización de noticias.
Tras la retirada militar estadounidense, Washington impuso sanciones a la nueva administración afgana, congelando los activos del banco central del país, que ascienden a miles de millones de dólares, y hundiendo así al país en una crisis económica. Las sanciones dificultaron la entrada de capital extranjero en Afganistán, lo que provocó retrasos en el lanzamiento de proyectos de inversión a gran escala en el país.
“¿Cómo pueden los afganos vivir con estas sanciones? Creo que es injusto”, dijo Arman, añadiendo que la paz se ha conseguido con mucho esfuerzo y que ahora el deseo de la gente corriente es encontrar un trabajo y vivir en paz.
teleSUR/ JF Fuente: Xinhua