La economía de Arabia Saudita ha avanzado a pesar de la guerra de Israel en Gaza y los ataques de los hutíes en el Mar Rojo, lo que sugiere que los esfuerzos del reino por distanciarse de las tensiones regionales están dando resultados, literalmente.
“Los acontecimientos geopolíticos en Oriente Medio no han tenido ningún impacto importante en la economía saudí hasta ahora”, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) dicho en su último informe publicado sobre la economía del reino.
El informe señala que las exportaciones petroleras saudíes no dependen del Mar Rojo, donde los hutíes, respaldados por Irán, han atacado barcos comerciales, en lo que, según afirman, es una muestra de solidaridad con los palestinos de Gaza. Asimismo, las cifras de turismo de Arabia Saudita «siguen siendo sólidas».
En general, el FMI pintó un panorama optimista de la economía de Arabia Saudita, con un sistema bancario fuerte, una creciente propiedad de viviendas y un crecimiento económico no petrolero “robusto”.
El informe subraya la divergencia entre las economías del Golfo y las de estados más pobres como Egipto, Líbano y Jordania, cuyas economías ya débiles se han visto afectadas por la guerra de Israel.
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Arabia Saudita tomará el informe del FMI como una confirmación de que ha maniobrado con éxito para evitar verse arrastrada a la guerra de Gaza.
Arabia Saudita ha intensificado sus llamamientos a Israel para que adopte medidas hacia un Estado palestino y ha congelado las conversaciones para normalizar los lazos con Israel, pero ha postergado cualquier otra medida en solidaridad con los palestinos.
Arabia Saudita también ha evitado sumarse a la campaña militar de Estados Unidos contra su antiguo enemigo, los hutíes en Yemen, que cuentan con el respaldo de Irán. Mientras el grupo libra una guerra contra el transporte marítimo comercial, Arabia Saudita ha relajado las restricciones bancarias que les imponen y ha reanudado los vuelos a Yemen.
A pesar de las tensiones en Gaza que han suscitado temores de un conflicto regional, Arabia Saudita se ha centrado en el crecimiento económico como parte del programa Visión 2030 del Príncipe Heredero Mohammed bin Salman, diseñado para alejar a la economía saudí de los petrodólares.
El programa está dando frutos. A finales de 2023, la tasa de desempleo de Arabia Saudita alcanzó un mínimo histórico, principalmente debido al crecimiento de los empleos en el sector privado, según el FMI.
El PIB no petrolero de Arabia Saudita alcanzó el 3,8 por ciento en 2023, lo que marca una desaceleración respecto de 2022, cuando alcanzó el 5,3 por ciento, pero aún así se mantuvo “robusto” gracias a la fuerte inversión y el consumo privado.
Sin embargo, el FMI también señaló que Arabia Saudita ha “recalibrado” algunos de sus megaproyectos más ambiciosos.
El reino ha tenido que reducir la escala de Neom, un proyecto de megaciudad de 1,5 billones de dólares que, según los organizadores, acabará teniendo 33 veces el tamaño de la ciudad de Nueva York e incluirá una ciudad en línea recta de 170 km.
En lugar de 1,5 millones de personas que vivirán en la ciudad en 2030, las autoridades saudíes prevén que ahora habrá menos de 300.000 residentes. Mientras tanto, solo se prevé que se completen 2,4 km de la ciudad en 2030.
El programa del príncipe heredero depende de los ingresos del petróleo. El FMI estima que Arabia Saudita necesita precios del petróleo a 96 dólares por barril para equilibrar su presupuesto, unos 20 dólares menos que los actuales.
El reino ha intentado equilibrar sus esfuerzos para apoyar los precios del petróleo reduciendo la producción y bombeando crudo antes de que la demanda mundial de energía alcance su pico máximo.
La evaluación del FMI de que los ingresos petroleros de Arabia Saudita probablemente disminuirán más rápido de lo estimado anteriormente generará inquietud entre los funcionarios sauditas. Se espera que los ingresos aumenten a 209 mil millones de dólares en 2026, aproximadamente el 26 por ciento del PIB, antes de disminuir más rápido en 2029 a un 4,1 por ciento menos de lo esperado anteriormente.