Marine Le Pen y su partido RN han sido acusados de utilizar dinero del Parlamento Europeo para pagar al personal en Francia entre 2004 y 2016.
La líder de extrema derecha francesa Marine Le Pen ha negado rotundamente haber cometido cualquier delito ante un tribunal de París mientras ella y su partido Agrupación Nacional (RN) son juzgados por la sospecha de malversación de fondos del Parlamento Europeo.
El juicio de nueve semanas es un momento crítico para Le Pen, que se espera sea una fuerte contendiente en las próximas elecciones presidenciales de Francia en 2027. Un veredicto de culpabilidad podría afectar significativamente su carrera política y sus aspiraciones.
Le Pen, de 56 años, subió al estrado el lunes en el primero de los tres días previstos de testimonio en el juicio, que se produce casi una década después del inicio de las investigaciones iniciales.
Le Pen, el propio RN y otras 24 personas –incluidos funcionarios del partido, empleados y ex legisladores– han sido acusados de utilizar dinero del Parlamento Europeo para pagar al personal en Francia.
La líder del partido y sus coacusados negaron los cargos y dijeron que el dinero se utilizó legítimamente.
En el tribunal, Le Pen argumentó que creía que el papel de un miembro del Parlamento Europeo era tanto impulsar la política de su partido en Francia como trabajar en la legislación en Bruselas.
“Se lo digo muy claramente: no siento en absoluto haber cometido la más mínima irregularidad, el más mínimo movimiento ilegal”, afirmó.
Detalló su visión del papel que desempeñan los eurodiputados, incluyendo varios ejemplos como reunirse con los votantes y asistir a grandes eventos.
“El asistente trabaja para su eurodiputado y [therefore] puede trabajar para su eurodiputado en beneficio del partido”, explicó.
«Creo que es un error del Parlamento Europeo no percibirlo de esta manera», añadió.
La jueza que preside el caso dijo que no estaba satisfecha con las respuestas de Le Pen.
‘Trabajos falsos’
El Parlamento Europeo ha estimado los daños causados por los presuntos delitos en 3,5 millones de euros (3,8 millones de dólares).
El presunto sistema de empleos falsos que desencadenó el juicio fue denunciado por primera vez en 2015 y cubre contratos de asistentes parlamentarios entre 2004 y 2016.
Los fiscales dicen que los asistentes trabajaban únicamente para el partido fuera del parlamento. Muchos no pudieron describir su trabajo diario y algunos nunca conocieron a su supuesto jefe eurodiputado.
Un guardaespaldas, una secretaria, el jefe de gabinete de Le Pen y un diseñador gráfico fueron supuestamente contratados bajo falsos pretextos.
Si Le Pen y sus coacusados son declarados culpables, podrían enfrentar hasta 10 años de prisión y multas de hasta un millón de euros (1,1 millones de dólares) cada uno.
Un veredicto de culpabilidad también podría dar lugar a sanciones que incluyen la pérdida de derechos civiles o la inelegibilidad para postularse para un cargo, lo que afectaría el objetivo de Le Pen de convertirse en presidenta de Francia en las elecciones de 2027.
Está previsto que el juicio dure hasta el 27 de noviembre.