Mientras que países como EE. UU. y el Reino Unido han aconsejado a sus ciudadanos que consideren seriamente abandonar Ucrania por la posibilidad de una incursión rusa, en Kiev, los funcionarios han proyectado cierta calma.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, ha dicho repetidamente que la situación está «bajo control» y que las «provocaciones de Rusia son más de lo mismo» desde que el Kremlin envió tropas aquí en 2014.
El camino de la diplomacia, se nos dice, todavía está abierto, pero como ni Occidente ni Rusia parecen querer ser los primeros en parpadear sobre el tema, el pueblo de Ucrania queda en el limbo.
Están acostumbrados a vivir con tensión, pero nunca ha sido tan impredecible como ahora.
«Da miedo. Los padres están especialmente asustados. No saben cuál será la situación. El tipo de cambio del dólar está subiendo, los precios están subiendo. Los ancianos han empezado a entrar en pánico. Mis amigos y yo estamos pensando en ir a Europa por un tiempo y esperar allí», dijo Lolita, residente de Kiev, a Euronews.
«Concierne a todos los ucranianos. Algunas personas han comenzado a recolectar alimentos, algunas están limpiando sus armas y preparándose para un ataque. Hay mucha información sobre esto en los medios. Todos conocen esta amenaza», agregó Oleh, otro residente.
Para Andriy, “esto no sería un conflicto, sería una verdadera guerra”. Él cree que los ucranianos están preparados para ello.
«La mayoría de la gente en Ucrania está preparada para lo que pueda pasar».
Mientras tanto, funcionarios rusos y ucranianos se reunieron en París el miércoles, con mediadores franceses y alemanes, en un intento por reducir las tensiones. Han acordado volver a encontrarse.
Mientras tanto, los ucranianos no tienen más remedio que continuar con sus vidas rutinarias.
Vea el informe completo con la corresponsal internacional de Euronews, Anelise Borges, en el reproductor de video de arriba.