La muerte de una joven ejecutiva en India, supuestamente debido al agotamiento, ha encendido una protesta por la “cultura laboral tóxica” del país y ha puesto de relieve las presiones altamente competitivas que enfrentan millones de personas en el lugar de trabajo.
Anna Sebastian Perayil, una ejecutiva de auditoría de 26 años de Ernst & Young India, murió el 20 de julio debido a “estrés laboral”, según su madre Anita Augustine, quien dijo a los medios locales la semana pasada que su hija apenas tenía tiempo personal y a menudo se derrumbaba en la cama debido a la fatiga.
EY India ha negado que Perayil estuviera abrumada por las presiones laborales como alegó su madre.
El caso ha provocado una investigación federal y ha provocado un furor en las redes sociales bajo el hashtag #JusticeForAnna, en el que los profesionales han compartido su experiencia de largas jornadas laborales. El problema se ha generalizado en la India a pesar de las leyes que impiden la explotación en el lugar de trabajo, según los analistas.
La controversia se intensificó después de que la ministra de Finanzas, Nirmala Sitharaman, pareciera hacer referencia al incidente durante un evento en una facultad de medicina la semana pasada, sugiriendo que los jóvenes necesitaban desarrollar fuerza interior para manejar la presión, lo que «sólo se puede lograr a través de la divinidad».