El Reino Unido y la Unión Europea han apuntado a las Líneas Navieras de la República Islámica de Irán (IRISL) en su última ronda de sanciones.
La línea de contenedores iraní y su director ejecutivo, Mohammadreza Modarres Khiabani, han sido sancionados por el continuo apoyo militar de la compañía a la guerra de Rusia contra Ucrania y a grupos y entidades armados en Medio Oriente y la región del Mar Rojo, como los hutíes de Yemen.
«Los intentos de Irán de socavar la seguridad global son peligrosos e inaceptables», dijo el secretario de Asuntos Exteriores británico, David Lammy.
Estados Unidos ha impuesto sanciones similares contra IRISL desde 2020.
Alphaliner incluye a IRISL como el decimoctavo transportista más grande del mundo con 30 barcos en su flota.