Los funcionarios locales de Galați cifran el coste total de las reparaciones en el condado en unos 150 millones de euros y dicen que la región podría afrontar un precio similar cada vez que se produzca una inundación.
Las autoridades del este de Rumanía han elaborado planes a medio y largo plazo para evitar que las inundaciones causen estragos después de que las inundaciones en el condado de Galați el mes pasado dejaran siete personas muertas y alrededor de 7.000 viviendas dañadas por el agua.
La devastación fue tan significativa que cientos de personas todavía están trabajando en las comunidades afectadas tratando de limpiar el barro y la basura y ayudar a la gente a reconstruir sus hogares para que puedan regresar a ellos antes del invierno.
«Hay que pensar en tres cosas muy importantes. Una, la reubicación de las casas que están en el cauce del río. Una segunda cosa es reparar lo que las aguas han dañado, porque sólo hay más de 130 kilómetros de cauce que están obstruidos», explicó presidente del consejo provincial de Galați, Costel Fotea.
«Necesitamos reparar las presas que se han roto, necesitamos construir presas para contener el agua y poder liberarla en un sistema regularizado».
Las autoridades locales calculan el coste total de las reparaciones en el condado en unos 150 millones de euros y dicen que la región podría enfrentarse a un precio similar cada vez que llueve torrencialmente.
Muchos en la región ya están nerviosos, ya que los meteorólogos rumanos ya han dicho que es probable que en el futuro se produzcan inundaciones similares. Y algunos lugareños están hartos.
Quieren acciones firmes y soluciones claras por parte de las autoridades. Para algunos habitantes de Galați, esta no es la primera vez que tienen que reconstruir sus casas después de las inundaciones en la región.
«Hay que hacer algo para detener el agua, esta es la tercera vez. No fue fácil para nosotros, no podemos salir de aquí, pero no lo fue, la verdad, esta inundación fue la peor». dijo Antón Dinu.
Los daños en el condado de Galați fueron generalizados. Además de los miles de viviendas, es necesario reconstruir las carreteras y grandes extensiones de tierras agrícolas siguen inundadas.
Las autoridades locales dicen que al menos el 80% de los residentes del este del condado se han visto obligados a mudarse.