«Necesitamos fortalecer aún más los esfuerzos de multilateralismo que reformarán el Consejo de Seguridad y revitalizarán el sentimiento general», dijo Marcos hijo el fin de semana pasado durante un brindis en el «vin d’honneur», una reunión formal en el palacio presidencial a la que asistieron diplomáticos, entre ellos El embajador de China.
El llamamiento del presidente, que destacó la importancia de un “orden internacional basado en reglas”, afirmó la determinación de su administración de afirmar su lugar en la diplomacia global. Señaló la “rica experiencia” de Filipinas en el mantenimiento de la paz, la creación de consenso y el fomento de la cooperación como base de su candidatura para el período 2027-28 del Consejo de Seguridad.
“Con una larga historia y un historial creíble de diplomacia multilateral”, dijo, “Filipinas está en una posición muy fuerte para asumir más roles de liderazgo que busquen abogar por cuestiones importantes en la agenda global”.
Pero si bien Marcos hijo pinta un cuadro de diplomacia altruista, los analistas dicen que su campaña tiene una clara intención estratégica: aprovechar el puesto en el Consejo de Seguridad para arrinconar a Beijing.