Ha sido otro fin de semana de mayor temor para la gente de mar que transita por el Mar Rojo.
El sábado, el movimiento hutí de Yemen dijo que atacaría a todos los barcos que se dirigieran a Israel, independientemente de su nacionalidad, y advirtió a todas las compañías navieras internacionales que no trataran con puertos israelíes.
Los hutíes han atacado y capturado varios barcos vinculados a Israel en el Mar Rojo en las últimas semanas como reacción a la guerra en curso en la Franja de Gaza. Estados Unidos ha estado discutiendo la creación de un convoy naval con sus aliados, al mismo tiempo que busca formas de limitar el acceso de los hutíes al efectivo.
«Si Gaza no recibe los alimentos y medicinas que necesita, todos los barcos en el Mar Rojo con destino a puertos israelíes, independientemente de su nacionalidad, se convertirán en un objetivo para nuestras fuerzas armadas», dijo un portavoz hutí.
El sábado, la Armada francesa emitió un comunicado informando que una fragata polivalente, FS Languedocinterceptó dos vehículos aéreos no tripulados (UAV).
El mismo día, un petrolero con bandera de Panamá y propiedad de Seychelles fue llamado por fuerzas yemeníes, haciéndose pasar inicialmente por la Marina de los Estados Unidos, para desviar su rumbo hacia Hodeida, Yemen. Luego se advirtió al petrolero que correría el riesgo de ser atacado si no cumplía. Un barco de la coalición aconsejó al petrolero que cambiara de rumbo y aumentara la velocidad. Prosiguió hacia su destino en Egipto.
También el sábado, un buque cisterna para productos químicos/productos con bandera de las Islas Cook avistó un total de cuatro vehículos aéreos no tripulados frente a la costa de Adén, Yemen. Según la empresa de seguridad marítima británica Ambrey, el petrolero transitaba hacia el noroeste a través del estrecho de Bab Al Mandab cuando la tripulación a bordo observó objetos voladores que emitían luces parpadeantes rojas y verdes. La tripulación observó un objeto inicialmente volando sobre la proa del barco y tres objetos volando paralelos a la proa del barco durante la siguiente hora.
Ambrey recomienda a todos los buques mercantes en el sur del Mar Rojo que reduzcan al mínimo el movimiento de la tripulación en la cubierta y la dotación del puente.