El personal que presenta renuncias a menudo se enfrenta a acoso y algunos empleadores llegan incluso a romper las cartas de renuncia.
Situaciones como estas han alimentado el crecimiento de las “agencias de renuncia”, que surgieron por primera vez en 2017.
Una agencia de dimisiones con sede en Tokio ha revelado algunos casos que ha manejado.
En uno de ellos, un empleador se negó a pagar el salario de un empleado después de que éste presentó su renuncia.
La agencia intervino e informó al empleador que retener el salario de alguien era ilegal.
En ese momento, el empresario cambió de táctica y alegó “pérdidas por la renuncia repentina” y “exigió una indemnización por la vacante del puesto”.
Otro caso involucró tácticas de intimidación severas.
Después de renunciar, un empleado fue amenazado por su jefe, quien le sugirió que comprara un seguro de vida y se suicidara.
“El jefe tiene 20.000 seguidores en TikTok. Su comportamiento y su apariencia en sus videos me dieron la impresión de que sin un agente de renuncias, los empleados nunca dejarían la empresa”, dijo el empleado.
Estas agencias a menudo colaboran con bufetes de abogados y asociaciones laborales para garantizar el cumplimiento legal y la gestión eficaz de las disputas.
El costo de los servicios prestados por las agencias de renuncia varía entre 25.000 y 50.000 yenes (US$160 a US$320), pero en algunos casos, dependiendo de cómo se contrate al personal, los precios pueden ser tan bajos como 12.000 yenes.
La idea ha tenido eco entre los jóvenes trabajadores chinos.
En marzo, el bloguero chino Li Zongheng publicó un video en Douyin que presenta un futuro “invertido” en el que los recién graduados ya no están a merced de los empleadores para encontrar trabajo.
En lugar de ello, entrevistan a los jefes y eligen a los empleadores en función de su desempeño.
El video de Li recibió más de 5 millones de me gusta.
Las personas en las redes sociales continentales también se sumaron al desarrollo en Japón y una persona dijo: “Por favor, conviertan esto en un drama japonés y expórtenlo a Internet chino”.
Mientras otro añadió: “Es por esto que muchos países no se atreven a mejorar el bienestar social.
“Con una seguridad básica, la gente tiene más confianza y el deseo de trabajar como un caballo disminuye enormemente. ¿Cómo podrían entonces los capitalistas permitirse nuevos coches de lujo y yates?”