MADRID: Los líderes de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón expresaron el miércoles (29 de junio) su profunda preocupación por las pruebas de misiles de Corea del Norte y dijeron que cooperarán más estrechamente para abordar la amenaza que representa Pyongyang.
El presidente estadounidense, Joe Biden, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, se reunieron al margen de la cumbre de la OTAN en Madrid y coincidieron en que el progreso de los programas nuclear y de misiles de Corea del Norte representaba una grave amenaza no solo para la península de Corea, sino también para también el este de Asia y el mundo.
Este año, Corea del Norte ha estado realizando pruebas de misiles a un ritmo sin precedentes, y algunos creen que se está preparando para otra prueba nuclear.
Los tres líderes acordaron explorar otros medios para reforzar la «disuasión extendida» contra Corea del Norte, la capacidad del ejército estadounidense, en particular sus fuerzas nucleares, para disuadir los ataques contra los aliados estadounidenses, junto con la cooperación en materia de seguridad.
«Las capacidades de disuasión de las alianzas Japón-EE.UU. y EE.UU.-República de Corea deben mejorarse como parte del esfuerzo esencial para fortalecer la asociación trilateral entre Japón, EE.UU. y la República de Corea», dijo Kishida.
Los líderes de Corea del Sur y Japón asisten a la cumbre anual de la OTAN como observadores por primera vez.
Los lazos entre Japón y Corea del Sur se han tensado durante mucho tiempo por los recuerdos de la ocupación japonesa de la península de Corea entre 1910 y 1945.
Las relaciones se deterioraron a su peor nivel en años bajo el anterior presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, con disputas sobre territorio e historia y las dos naciones cancelaron un pacto de intercambio de inteligencia. Sin embargo, Yoon ha expresado su deseo de reparar los lazos y Kishida también parece haber respondido favorablemente.