El gobierno aún debe decidir si seguirá presionando para que se adopte el proyecto de ley destinado a fortalecer la capacidad del país para expulsar a los extranjeros considerados indeseables o si lo retirará.
Los legisladores de la oposición francesa rechazaron el lunes un proyecto de ley de inmigración sin debatirlo, en un duro golpe al gobierno del presidente Emmanuel Macron, que había defendido la ley propuesta como una de sus medidas emblemáticas.
El gobierno aún debe decidir si seguirá presionando para que se adopte el proyecto de ley destinado a fortalecer la capacidad del país para expulsar a los extranjeros considerados indeseables o si lo retirará.
Los miembros de todos los grupos de oposición de izquierda y derecha votaron una moción que prevé que la medida sea rechazada antes de cualquier debate en la Asamblea Nacional. La moción fue aprobada por 270 votos contra 265.
El gobierno centrista de Macron no tiene mayoría en el parlamento.
El gobierno ahora puede optar por enviar el texto al Senado para que continúe su difícil camino legislativo. También puede pedir a una comisión compuesta por siete senadores y siete legisladores de la Asamblea Nacional que encuentre un compromiso sobre el proyecto de ley que aún requeriría la aprobación de ambas cámaras del parlamento.
En declaraciones a la televisión nacional TF1, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, que defendió el proyecto de ley durante meses, sugirió que no lo retirará.
«Este texto continuará su camino de acuerdo con la Constitución», dijo, añadiendo que el gobierno pronto tomará una decisión sobre el siguiente paso. Dijo que se ofreció a dimitir después de la votación del lunes, pero Macron se negó.
La legisladora de extrema derecha Marine Le Pen dijo que su grupo Agrupación Nacional rechazó el proyecto de ley porque, en cambio, habría aumentado el número de inmigrantes que llegarían al país.
El legislador conservador Eric Ciotti, presidente del partido Republicano, afirmó que el texto no estaba a la altura del «desafío migratorio» que justificó su rechazo. Ciotti pidió cambios en el proyecto de ley para volver a alinearlo con una versión anterior adoptada el mes pasado por el Senado, dominado por los republicanos.
Mathilde Panot, presidenta del grupo de extrema izquierda «Francia Rebelde» en la Asamblea Nacional, celebró la votación que, según ella, «ahorrará al país dos semanas de retórica xenófoba y racista». Pidió al gobierno que retire el proyecto de ley.
Las organizaciones de defensa han criticado la medida como una amenaza a los derechos de los solicitantes de asilo y otros inmigrantes.
El grupo antirracismo francés SOS Racisme instó el lunes al gobierno a retirar el proyecto de ley «que contribuyó a un clima político tenso, debilitó la paz civil y dañó la imagen de nuestro país en el extranjero».