Los relojes inteligentes con carga automática y los rastreadores de salud podrían estar un paso más cerca después de que los ingenieros británicos desarrollen pequeños dispositivos mecánicos impulsados por MOVEMENT
- El mayor inconveniente de los relojes inteligentes es el requisito de cargarlos todas las noches.
- Ingenieros de la Universidad de Edimburgo han desarrollado diminutos dispositivos impulsados por movimiento
- Estos son el doble de potentes que los dispositivos existentes similares, afirman los investigadores
- Podrían ofrecer una alternativa energéticamente eficiente y sostenible a las baterías.
Los relojes inteligentes son uno de los dispositivos portátiles más populares a nivel mundial y se espera que alcancen envíos de más de un cuarto de billón de unidades para 2025.
Pero uno de sus mayores inconvenientes es el requisito de cargarlos todas las noches, lo que dificulta que los usuarios aprovechen funciones como el seguimiento del sueño.
Ahora, los relojes inteligentes de carga automática y los rastreadores de salud podrían estar un paso más cerca, según un nuevo estudio, siguiendo el desarrollo de pequeños dispositivos mecánicos alimentados por movimiento.
Ingenieros de la Universidad de Edimburgo han desarrollado una nueva técnica para generar electricidad aprovechando la energía producida por el movimiento del cuerpo humano.
El método, ideado por un equipo de tres estudiantes de doctorado, crea los llamados materiales ‘piezoeléctricos’ de manera más rápida y eficiente que las técnicas anteriores.
Afirman que los nuevos mecanismos son el doble de potentes que los dispositivos existentes similares y podrían ofrecer una alternativa sostenible y de bajo consumo energético a las baterías utilizadas en tecnologías portátiles.
Los relojes inteligentes son uno de los dispositivos portátiles más populares a nivel mundial y se espera que alcancen envíos de más de un cuarto de billón de unidades para 2025
Usando una fuente de alimentación de alto voltaje, los investigadores pudieron hacer materiales similares a esponjas en 3D a partir de las fibras, que luego se cortaron en piezas cuadradas de 1 cm, se colocaron electrodos y cables y se encerraron en silicio.
«Con un interés cada vez mayor en el desarrollo de implantes y dispositivos electrónicos portátiles, la generación de desechos electrónicos y las limitaciones asociadas con la capacidad de la batería siguen siendo algunos de los desafíos clave que se deben superar», dijo el estudiante de doctorado Francisco Díaz Sánchez, de la Universidad de Edimburgo. Escuela de Ingeniería, quien dirigió la investigación.
«Los materiales que hemos desarrollado nos acercan un paso más al desarrollo sostenible de la electrónica portátil».
El equipo ideó el nuevo enfoque ajustando la química utilizada en la producción de fibras ultrafinas de un material llamado PVDF, una sustancia versátil que genera electricidad cuando se le aplica presión.
Usando una fuente de alimentación de alto voltaje, los investigadores pudieron hacer materiales 3D similares a esponjas a partir de las fibras, que luego se cortaron en piezas de un centímetro cuadrado, se les colocaron electrodos y cables y se encerraron en silicio.
Las pruebas de la potencia de salida de los dispositivos muestran que pueden producir 40 microvatios de electricidad por centímetro cuadrado, el doble que el tipo más potente de generador piezoeléctrico existente.
Un mayor desarrollo de las estructuras podría extender la vida útil de las baterías convencionales, o incluso reemplazarlas, en tecnologías portátiles, lo que ayudaría a reducir los desechos electrónicos y el consumo de energía, dicen los investigadores.
Los dispositivos podrían incorporarse a productos como ropa con detección de movimiento y camisetas que controlan la respiración y el ritmo cardíaco. En la imagen: varios dispositivos conectados para formar un generador más complejo y potente
Los dispositivos de movimiento podrían ofrecer una alternativa sostenible y eficiente energéticamente a las baterías utilizadas en tecnologías portátiles.
Los materiales también podrían tener aplicaciones en la próxima generación de textiles inteligentes y ser tejidos en productos como ropa con sensores de movimiento y camisetas que monitorean la respiración y el ritmo cardíaco.
El nuevo estudio, publicado en la revista Nano Energy, fue apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México.
A principios de este año, los ingenieros del MIT y la Escuela de Diseño de Rhode Island dieron a conocer una camiseta que puede «escuchar» los latidos de su corazón y monitorear su ritmo cardíaco en tiempo real.
Fue creado utilizando un ‘tejido acústico’ que funciona como un micrófono, primero convirtiendo el sonido en vibraciones mecánicas y luego en señales eléctricas, de una manera similar a cómo escuchan nuestros oídos.
Cuando se teje en el forro de una camisa, la tela puede detectar las sutiles características del latido del corazón del usuario.
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