Las elecciones parlamentarias se producen una semana después de que un candidato de derecha obtuviera la mayoría de los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
Los rumanos están votando en una elección parlamentaria una semana después de que la primera vuelta de las elecciones presidenciales viera al candidato de derecha Calin Georgescu emerger a la cima.
La votación del domingo elegirá un nuevo gobierno y un nuevo primer ministro y determinará la formación de la legislatura del país, compuesta por la cámara baja de 323 escaños y el Senado (133 escaños). Los rumanos elegirán el domingo a los legisladores de ambas cámaras. Quienes se encuentran en el extranjero pueden votar desde el sábado.
La coalición gobernante formada por el Partido Socialdemócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL) está compitiendo para superar a la ultraderechista Alianza por la Unidad de los Rumanos (AUR).
El PSD y el PNL, que formaron una coalición improbable en 2021, han dominado la política poscomunista en Rumania, miembro de la Unión Europea y la OTAN.
Georgescu, ex miembro de AUR y elegido primer ministro antes de irse en 2022, se postuló como independiente en las elecciones del 24 de noviembre, desafiando a los partidos tradicionales arraigados. Obtuvo el 23 por ciento de los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
Su inesperado éxito del domingo pasado despertó sospechas de interferencia en la campaña, provocó un recuento de votos y llevó a que un candidato derrotado pidiera al máximo tribunal del país que volviera a realizar la primera vuelta de votación.
La confusión significa que las elecciones parlamentarias se llevan a cabo y los votantes no están seguros de si el resultado de la primera vuelta presidencial se mantendrá. Tampoco saben si la segunda vuelta presidencial, prevista para el 8 de diciembre entre Georgescu y la centrista Elena Lasconi del partido Unión Salvar Rumania (USR), se llevará a cabo o se celebrará en una fecha posterior.
El Tribunal Constitucional examinó la situación el viernes, pero decidió aplazar hasta el lunes la decisión sobre la anulación de la primera vuelta.
Si bien el papel presidencial en Rumania tiene importantes poderes de toma de decisiones en áreas como la seguridad nacional y la política exterior, el primer ministro es el jefe del gobierno de la nación.
Muchos observadores creen que el resultado presidencial indica un fuerte cambio de los principales partidos de Rumania a partidos antisistema más populistas, cuyas voces han encontrado un terreno fértil en medio de una alta inflación, un alto costo de vida y una economía lenta.