Gabriel Attal prometió un «futuro» para el sector agrícola francés y prometió soluciones para combatir las prohibiciones y el fraude.
Los principales sindicatos agrícolas de Francia han pedido que se ponga fin a los bloqueos a nivel nacional en materia de salarios, impuestos y regulaciones después de obtener promesas de ayuda gubernamental.
Los agricultores franceses han bloqueado carreteras en todo el país durante dos semanas en protestas que se extendieron por toda Europa la semana pasada.
Los agricultores protestaban contra los bajos ingresos, las regulaciones y lo que llaman competencia desleal del exterior.
Arnaud Rousseau, jefe del mayor sindicato rural, FNSEA, y el presidente de Jóvenes Agricultores (JA), Arnaud Gaillot, ofrecieron una conferencia de prensa para anunciar la suspensión de la acción el jueves.
El anuncio se produjo tras las promesas de dinero en efectivo, regulaciones más flexibles y protección contra la competencia desleal por parte del Primer Ministro Gabriel Attal, la segunda ola de concesiones del gobierno en una semana.
El discurso de Gabriel Attal se produjo mientras convoyes con cientos de agricultores creaban caos afuera de la sede de la Unión Europea, exigiendo a los líderes en una cumbre de la UE que brindaran alivio al aumento de los precios y la burocracia.
“Actualmente en toda Europa se plantea la pregunta: ¿Hay futuro para nuestra agricultura? Por supuesto, la respuesta es sí”, dijo Attal.
Attal anunció que Francia prohibiría, a partir de ahora, las importaciones de frutas y verduras procedentes de fuera de la UE que hayan sido tratadas con tiacloprida, un insecticida actualmente prohibido en el bloque.
También dijo que en Francia no se prohibirían pesticidas que estén autorizados en otros países de la UE. La declaración fue en respuesta a una demanda de los agricultores franceses que han denunciado regulaciones más estrictas en Francia sobre productos pesticidas que en los países vecinos.
«Progreso tangible»
Francia propondrá la creación de una «fuerza de control europea» para combatir el fraude, dijo, en particular en lo que respecta a las normas sanitarias, y luchar contra la importación de productos alimenticios que sí siguen las normas sanitarias europeas y francesas.
Attal también reafirmó que Francia seguiría oponiéndose a que la UE firme un acuerdo de libre comercio con el grupo comercial Mercosur.
«No se trata de que Francia acepte este tratado», afirmó.
Los objetivos del gobierno con las medidas recientemente anunciadas son «devolver el valor de los alimentos» y «aumentar los ingresos de los agricultores, protegerlos contra la competencia desleal y simplificar su vida diaria», afirmó.
Attal también anunció 150 millones de euros (162 millones de dólares) en ayuda a los ganaderos y una reducción de los impuestos a las explotaciones que se transfieren de generaciones mayores a generaciones más jóvenes.
El ministro de Agricultura, Marc Fesneau, hablando después de Attal, anunció un paquete de dos mil millones de euros (2.160 millones de dólares) para financiar préstamos para quienes se están estableciendo como agricultores.
El gobierno francés ha dicho que multará a los grupos industriales de alimentos y a los supermercados que no cumplan con una ley de 2018 destinada a pagar un precio justo a los agricultores. La multa puede alcanzar hasta el 2 por ciento de los ingresos por ventas a las empresas que no cumplan.