El jueves, el presidente brasileño Lula da Silva sancionó con algunos vetos la ley que regula el uso de pesticidas, norma que había sido fuertemente criticada por los ambientalistas.
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Tramitado en el Congreso desde hace 24 años, este proyecto de ley trata sobre el control, inspección y supervisión de agroquímicos. Fue sancionada con vetos «para garantizar una protección adecuada de los derechos a la vida y a un medio ambiente ecológicamente equilibrado», afirmó la Presidencia brasileña.
Uno de los vetos quita al Ministerio de Agricultura las competencias exclusivas para la evaluación y registro de plaguicidas, que también seguirán siendo analizadas por otras instituciones reguladoras.
Por lo tanto, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA), el Ministerio de Agricultura y la Agencia Brasileña de Regulación Sanitaria (ANVISA) deben emitir informes para el registro de un plaguicida o la evaluación de cualquier agrotóxico reportado.
Brasil aprobó 505 registros de novos #agrotóxicos em 2023. Desde 2016 batemos recordes consecutivos! Recientemente, Anvisa reveló que um em cada cuatro alimentos de origen vegetal contienen residuos de pesticidas prohibidos o en niveles superiores ao permitidos. https://t.co/xfhH0LnN51
— Conexión Planeta (@conexaoplaneta)
24 de diciembre de 2023
El texto dice: «Brasil aprobó 505 nuevos registros de plaguicidas en 2023. ¡Desde 2016 hemos batido récords consecutivos! Recientemente, ANVISA reveló que 1 de cada 4 hortalizas contiene residuos de plaguicidas prohibidos o residuos en valores superiores a los permitidos».
Lula retiró un artículo de la ley que eximía a las empresas productoras de pesticidas de pagar por modificaciones en las etiquetas de información de los productos y también les permitía reutilizar las etiquetas.
Los vetos del presidente pueden ser analizados nuevamente por el Congreso, que había aprobado el texto inicial de la ley tras una negociación con el «Caucus Ruralista», un grupo de legisladores de derecha vinculados a grandes empresas del sector agrícola y extractivo.
Inicialmente, la ley preveía reducir el tiempo de registro de nuevos plaguicidas. Esta propuesta fue duramente criticada por más de 140 organizaciones sociales y ambientales, por considerar que esta norma tenía un alto potencial de dañar la salud de las personas, los animales y los ecosistemas brasileños.
#Del Sur Bits de noticias | Incendio en el campamento del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) deja nueve muertos en Brasil. pic.twitter.com/3uQGT3tsGf
— teleSUR Inglés (@telesurenglish)
11 de diciembre de 2023