Las algas han plagado el mar Adriático durante semanas en Ancona. El fenómeno natural ocurre cuando la temperatura del mar aumenta, un patrón que se observa en todos los mares europeos.
Los turistas que planearon unas vacaciones en la playa para su escapada de verano pueden haberse sorprendido al ver largas y densas vetas de algas flotando en la superficie del mar.
Las algas han plagado el mar Adriático durante semanas en Ancona, Italia. La sustancia viscosa desapareció durante unos días, pero lamentablemente ha regresado, ya que se cree que prospera en temperaturas cálidas.
Impacto en el turismo
Aunque las algas no son perjudiciales para los bañistas, algunos bañistas se muestran descontentos con la baba. «Hay que ducharse, enseguida te sientes pegajoso», explica un bañista. Otros parecen estar menos en contra de la baba marina. Un turista de los Países Bajos admite que no es un espectáculo agradable, pero dice que el agua sigue siendo buena.
Edoardo Rubini, del Ristorante Emilia Portonovo Beach Resort, confirma que el fenómeno no ha afectado a las reservas en el restaurante y espera que la situación no afecte al turismo en la región.
En las regiones del norte de Italia también se ha observado un aumento de algas. Según un informe del Instituto Nacional de Oceanografía y Geofísica Aplicada, en el golfo de Trieste se ha registrado una cantidad récord desde 2007.
Aumento de la temperatura del mar
El pasado lunes fue el día más caluroso registrado en la Tierra. Este mismo patrón se observa en las temperaturas del mar a lo largo de la costa adriática, que alcanzaron máximos históricos. La semana pasada, se registró en Dubrovnik la temperatura del mar más alta en Croacia desde que el Servicio Meteorológico e Hidrológico Croata (DHMZ) comenzó a tomar mediciones.
Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, los cinco mares europeos se han calentado significativamente en las últimas décadas, especialmente desde finales de los años 1970. Sus datos sugieren que se espera que las temperaturas superficiales del mar aumenten entre 2 y 6 grados centígrados para 2100 en el escenario de altas emisiones.