¡Los hipopótamos reconocen las voces de los demás! Los animales pueden identificar los «graznidos sibilantes» de otros miembros de su grupo social y responder con menos agresividad que a las llamadas de extraños, según un estudio
- Investigadores dirigidos por la Universidad Jean Monnet estudiaron hipopótamos en Mozambique
- Las llamadas grabadas realizadas por miembros de diferentes grupos sociales de hipopótamos.
- Luego los reprodujeron en grupos iguales, vecinos o distantes.
- El equipo descubrió que los hipopótamos reaccionaron de inmediato cuando escucharon las llamadas.
- Las llamadas de extraños provocaron mayores respuestas, incluida la fumigación territorial con estiércol.
El «graznido sibilante» del hipopótamo es uno de los sonidos más distintivos del reino animal, y ahora un nuevo estudio ha revelado que las criaturas pueden reconocer los graznidos individuales de sus amigos.
Investigadores dirigidos por la Universidad Jean Monnet estudiaron el comportamiento de grupos de hipopótamos que viven en una reserva natural en Mozambique.
Sus hallazgos sugieren que las llamadas de los animales, que se pueden escuchar a grandes distancias, ayudan a mantener los grupos sociales, y los graznidos de los extraños se responden de manera más agresiva.
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Los hipopótamos pueden distinguirse entre sí en función de los ruidos de «silbido» que hacen, respondiendo de manera diferente a los extraños que a los miembros de su propio grupo social.
La investigación fue realizada por el experto en bioacústica Nicolas Mathevon de la Universidad Jean Monnet en Saint-Étienne, Francia, y sus colegas, quienes están interesados en particular en cómo los animales forman redes de comunicación.
«Descubrimos que las vocalizaciones de un individuo extraño inducían una respuesta de comportamiento más fuerte que las producidas por individuos del mismo grupo o de un grupo vecino», dijo el profesor. explicó Mathevon.
«Además de mostrar que los hipopótamos pueden identificar a sus congéneres en función de las firmas vocales, nuestro estudio destaca que los grupos de hipopótamos son entidades territoriales que se comportan de forma menos agresiva con sus vecinos que con los extraños».
El equipo estudió hipopótamos en la Reserva Especial de Maputo en Mozambique, que contiene varios lagos habitados por varios grupos de hipopótamos.
El profesor Mathevon y sus colegas comenzaron su investigación grabando llamadas representativas de cada uno de los diferentes grupos de hipopótamos en la reserva.
Luego, reprodujeron estos a todos los hipopótamos para ver cómo reaccionarían a las llamadas de su propio grupo frente a los grupos vecinos que vivían en el mismo lago y más grupos distantes que vivían en otros lagos.
Los investigadores descubrieron que cuando escuchaban las grabaciones reproducidas, los hipopótamos respondían de diferentes maneras, incluso vocalizando, acercándose a la fuente del sonido o rociando estiércol.
Sin embargo, la naturaleza de la reacción parecía depender de si se escuchaban o no las llamadas grabadas de hipopótamos que conocían o extraños.
Específicamente, los hipopótamos reaccionaron más intensamente cuando escucharon a un extraño y eran más propensos a rociar estiércol, que usan para marcar su territorio.
Cuando los hipopótamos se revuelcan en el agua (como se muestra en la imagen), se ven «bastante inactivos», señaló el profesor Mathevon. Sin embargo, los hallazgos del estudio del equipo revelan que los mamíferos en realidad están prestando mucha atención a lo que sucede a su alrededor.
Además de ayudar a los científicos a comprender mejor cómo se comunican los hipopótamos, los hallazgos del estudio pueden tener implicaciones importantes para la política de conservación.
En particular, dijo el profesor Mathevon, la reubicación de hipopótamos, un acto que a menudo se realiza para ayudar a mantener las poblaciones locales en tamaños saludables, podría beneficiarse de precauciones adicionales para ayudar a los animales a adaptarse mejor.
“Antes de trasladar a un grupo de hipopótamos a una nueva ubicación, una precaución podría ser transmitir sus voces desde un altavoz a los grupos ya presentes para que se acostumbren a ellos y su agresividad disminuya gradualmente”, dijo.
“También se podría considerar la reciprocidad, en la que los animales que se van a trasladar se acostumbran a las voces de sus nuevos vecinos antes de que lleguen”.
Con su estudio inicial completo, el equipo ahora busca explorar más a fondo qué hipopótamos podrían estar comunicándose con sus llamadas, por ejemplo, cómo reconocen exactamente a diferentes compañeros y si sus voces contienen pistas sobre la edad, el sexo, el tamaño, etc.
Los resultados completos del estudio se publicaron en la revista Biología actual.
El estudio se llevó a cabo en la Reserva Especial de Maputo, Mozambique, que contiene varios lagos habitados por varios grupos de hipopótamos.
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