Al menos 13 personas perdieron la vida y otras 14 siguen desaparecidas tras el naufragio de un barco que transportaba migrantes procedentes de Yibuti en la costa de la provincia yemení de Taiz el pasado martes, anunció la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). La Comisión Europea ha publicado un informe sobre la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.
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Según la organización, el barco partió de la costa africana con 25 etíopes y dos yemeníes a bordo y se hundió cerca del distrito yemení de Bani Al Hakam.
Los cadáveres de “once hombres y dos mujeres” fueron encontrados en las orillas de “Bab al-Mandeb cerca de Al Shura en el distrito de Dubab”, en territorio yemení.
“Las operaciones de búsqueda continúan con la esperanza de localizar a los otros emigrantes, al capitán yemení y a su ayudante”, señala la nota, precisando que “a pesar de los exhaustivos esfuerzos, las razones del naufragio aún no están claras”.
Según Matt Huber, jefe de la misión de la OIM en Yemen, “esta última tragedia es un duro recordatorio de los peligros que enfrentan los migrantes en esta ruta. Es imperativo que no normalicemos estas pérdidas devastadoras y trabajemos colectivamente para garantizar que los migrantes estén protegidos y apoyados durante sus viajes”.
La ruta migratoria desde el Cuerno de África hasta Yemen es una de las más peligrosas del mundo, con miles de migrantes cruzándola cada año a pesar del conflicto y el deterioro de las condiciones en Yemen, dijo la OIM.