El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo el domingo que los rebeldes hutíes de Yemen pagarían «un alto precio» después de que el grupo se atribuyera la responsabilidad de un inusual ataque con misiles lanzado desde el Líbano contra la región israelí de la Alta Galilea y los Altos del Golán anexados. El ataque, que no causó víctimas, provocó una avalancha de refugiados en todo el centro de Israel y fue elogiado por Hamás, que dijo que «Israel no disfrutará de seguridad» hasta que cese sus operaciones en la Franja de Gaza.
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