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¿Odias ciertos sonidos? Haz el test de MailOnline para ver si eres uno del 20% con misofonía

Si alguna vez te enoja el sonido de la tos, los golpecitos repetitivos o el crujido de un paquete de papas fritas, es posible que tengas misofonía: una fuerte aversión u odio por ciertos sonidos.

Los científicos dicen que el 20 por ciento de las personas padecen la afección en diversos grados, y menos del uno por ciento de las personas experimentan los síntomas más extremos.

Algunos pueden descartar la misofonía como trivial, pero la condición poco entendida puede provocar ansiedad y depresión, agresión e incluso actos de violencia física.

Para ayudarlo a ver si es uno de los afectados, MailOnline ha creado una prueba interactiva que hace una breve serie de preguntas con respuestas de opción múltiple.

La prueba estima si tiene o no la afección y, si la tiene, si varía de ‘leve’ a ‘extrema’.

DESLIZA HACIA ABAJO PARA REALIZAR LA PRUEBA INTERACTIVA

La misofonía, que significa literalmente

La misofonía, que significa literalmente «odio al sonido», es una condición en la que los pacientes experimentan reacciones intensas e involuntarias a ciertos sonidos emitidos por otras personas.

La prueba de MailOnline se basa en la Escala de Misofonia de Ámsterdam (A-MISO-S), una herramienta desarrollada por investigadores en la capital holandesa en 2013.

La prueba consta de solo seis preguntas con respuestas de opción múltiple que asignan puntos entre cero y cuatro.

Al final de la prueba, suma sus puntos para determinar si tiene misofonía y si sus síntomas son ‘leve’, ‘moderado’, ‘grave’ o ‘extremo’.

Los lectores deben tener en cuenta, sin embargo, que no se trata de un diagnóstico clínico, que lo realizan los profesionales a través de entrevistas clínicas y cuestionarios.

La misofonía, que literalmente significa ‘odio al sonido’, hace que quienes la padecen experimenten reacciones intensas e involuntarias a ciertos sonidos emitidos por otras personas, denominados ‘desencadenantes’.

Los sonidos desencadenantes pueden ser el sonido de alguien masticando, respirando o hablando y generalmente están relacionados con la boca, la garganta o la actividad facial.

Pero otros ejemplos son el chasquido de un bolígrafo, el golpeteo de un pie, el tictac de los relojes, los zapatos rozando el suelo y el zumbido de un refrigerador.

En casos extremos, la misofonía provocará una ira intensa y provocará el deseo de reaccionar agresivamente, posiblemente representando un peligro para las personas cercanas.

Estas respuestas también provocan sentimientos de culpa en los afectados, lo que a veces conduce a la ansiedad y la depresión.

La imagen conceptual muestra las causas de la misofonía, que se refiere a molestarse con los ruidos que hacen otras personas, en lugar de las acciones. Tenga en cuenta que la misocinesia, u ‘odio a los movimientos’, es una condición diferente

Aquellos con las formas más severas pueden verse incapaces de tolerar situaciones familiares, laborales, públicas o sociales.

¿Misofonía o misocinesia?

La misofonía y la misocinesia son dos condiciones diferentes que han recibido mayor atención por parte de los investigadores en los últimos años.

La misofonía es una condición en la que los pacientes experimentan reacciones intensas e involuntarias a los sonidos emitidos por otros, denominados «desencadenantes».

La misokinesia es una respuesta psicológica a la vista de los movimientos pequeños pero repetitivos de otra persona.

Según la Universidad de Sussex, la misofonía se comprende poco en comparación con otras afecciones, incluido por qué algunas personas son más vulnerables que otras a desarrollar la enfermedad.

La universidad cuenta con un equipo de psicólogos dedicados a promover ‘una clara comprensión científica de la misofonía’, especialmente en niños y jóvenes.

Sigue un estudio publicado a principios de semana que uno de cada cinco de la población del Reino Unido sufre de misofonía en algún grado.

Los investigadores encuestaron a más de 700 británicos, la mayoría de los cuales no había oído hablar antes del término ‘misofonía’.

La encuesta preguntó acerca de los ‘sonidos desencadenantes’ comunes y pidió a los encuestados que describieran su respuesta emocional y su intensidad utilizando una escala de 10 puntos.

En total, el 18 por ciento parecía tener síntomas significativos de misofonía, mientras que la reacción negativa más común a los desencadenantes fue la irritación.

Algunas de las personas con misofonía informaron que se sentían atrapadas o indefensas cuando no podían alejarse de estos sonidos.

Para las personas con misofonía, los sonidos desencadenantes pueden variar desde alguien que respira hasta el golpeteo de un bolígrafo (foto de archivo)

«La experiencia de la misofonía es más que simplemente estar molesto por un sonido», dijo la autora principal del estudio, la Dra. Jane Gregory, de la Universidad de Oxford.

«La misofonía puede causar sentimientos de impotencia y quedar atrapado cuando las personas no pueden escapar de un sonido desagradable».

«A menudo, las personas con misofonía se sienten mal consigo mismas por reaccionar de la forma en que lo hacen, especialmente cuando responden a los sonidos emitidos por sus seres queridos».

La misofonía difiere de la misocinesia: una respuesta psicológica similar a la vista de los movimientos pequeños pero repetitivos de otra persona.

Un equipo canadiense de investigadores informó en 2021 que la misocinesia afecta a alrededor de una de cada tres personas.

Las personas con misofonía pueden tener una conexión cerebral ‘supersensibilizada’, según un estudio

Las personas que tienen una reacción extrema a ciertos ruidos, específicamente masticar y respirar fuerte, pueden tener una conexión cerebral ‘supersensibilizada’, encontró un estudio de 2021.

Los científicos de la Universidad de Newcastle descubrieron una mayor conectividad entre la corteza auditiva y las áreas de control motor relacionadas con la cara, la boca y la garganta en las personas que sufren de misofonía.

Los hallazgos sugieren que la misofonía es una «manifestación de actividad en partes del sistema motor involucradas en la producción de esos sonidos», según el estudio publicado en la revista Revista de neurociencia.

Los científicos de la Universidad de Newcastle descubrieron una mayor conectividad entre la corteza auditiva y las áreas de control motor relacionadas con la cara, la boca y la garganta en las personas que sufren de misofonía.

La misofonía se ha considerado durante mucho tiempo un trastorno del procesamiento del sonido, pero los hallazgos de la Universidad de Newcastle sugieren que es mucho más que eso.

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Fuente

Written by Redacción NM

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