El cineasta Onir asistió recientemente al Festival Internacional de Cine Queer de Kashish y quedó completamente decepcionado al ver que nadie de la industria, que son los llamados «aliados de la comunidad», vino a mostrar su apoyo. “Ninguno de los programadores de OTT, o un jefe de estudio… nadie de ese mundo realmente vino a ver las películas con la comunidad”, lamenta.
Lo que más enoja a Onir es cuando estas mismas personas tratan de contar historias sobre la comunidad LGBTQIA+ desde su punto de vista y debaten sobre sus derechos. “¿Quiénes son ellos para sentarse en esos espacios creativos y decidir qué historias sobre nosotros deben contarse, si no pueden apoyarnos cuando sea necesario”, pregunta, y continúa: “Todos son del mismo género: hombres o mujeres y algunas personas encerradas, escribiendo esto desde una visión muy heteronormativa”.
Onir señala que la mayoría de las narrativas que siguen los proyectos de Bollywood al contar historias LGBT tienen que ver con «aceptarnos, y olvidan que la vida de las personas queer no se trata solo de aceptación o deficiencias».
Citando su conversación reciente con un actor, como ejemplo, el hombre de 54 años comparte la percepción que tiene la industria sobre la comunidad. “Hace poco llamé a un actor para un papel y su respuesta inmediata fue: ‘Ya hice un personaje gay’. ¿Diría lo mismo de los personajes heterosexuales? Por supuesto que no”, dice Onir, a quien le resulta problemático que Bollywood reduzca fácilmente la vida de la comunidad queer a su sexualidad. “Ser gay es solo una parte de nuestra identidad”, afirma el cineasta conocido por películas premiadas como Mi hermano… Nikhil (2005) y Soy (2011).
Por eso, Onir opina que todos estos discursos de la industria sobre la inclusión son “solo una forma de que el mundo heteronormativo se felicite por hacer lo mínimo. En realidad están peleando con sus pensamientos homofóbicos”.
Sin embargo, el cineasta no duda ni un momento en denunciar la doble moral de la industria del cine, que siente que nunca olvida pedir el apoyo de la comunidad queer cuando lo necesitan por sus motivos egoístas.
“Cuando sus películas están pasando y cuando necesitan que la comunidad los anime y los celebre, ahí es cuando nos recuerdan. De lo contrario, somos olvidados. Nadie habla de una película hecha por un director queer o de un casting hecho por un actor queer”, continúa, “cuando hay un evento en el que la comunidad necesita apoyo, hay un silencio total de esta gente. No hablan del matrimonio igualitario ni del mes del orgullo. Estas son personas de la industria que son los llamados abanderados del cambio, que intentan reescribir la narrativa del mundo LGBTQIA+ y se esfuerzan por nuestra aceptación”.
Habiendo dicho eso, Onir se apresura a afirmar que él, o su comunidad, no necesita ayuda para ser aceptado, de hecho, es al revés. “La industria necesita ayuda porque son de mente estrecha. Básicamente son homofóbicos y luchan con sus problemas y luego glorifican su aceptación. Todos ellos pueden hacer mucho más de lo que están haciendo y si no pueden hacerlo, al menos pueden empoderar a las personas que realmente están tratando de generar un cambio”, concluye.