«Cada vez menos personas pueden hacer compras grandes y esta cifra está disminuyendo con los altos precios de los productos», dijo a esta agencia Ronald, quien desde hace una década es dueño de una pequeña tienda de alimentos en Peguy Ville, al sureste de la capital.
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Según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, 1,3 millones de personas pueden estar viviendo una situación de emergencia, agravada además por la inestabilidad política, la inflación y desastres naturales como el terremoto de agosto pasado en zonas rurales del país.
El terremoto golpeó con furia los departamentos del sur de Haití, dejando más de 2.200 muertos y pérdidas valoradas en más de 1.000 millones de dólares, además de la constante devaluación de la moneda nacional frente al dólar, que reduce el poder adquisitivo.
«Hemos tenido que ajustarnos en casa porque los sueldos apenas han subido y los precios se están disparando. La situación que estamos viviendo es muy difícil, a pesar de que están entrando dos sueldos a la casa», dijo Guerline Wilson, quien a sus 35 años de edad es casada, tiene tres hijos y sus ingresos no exceden los $200 mensuales.
hambre en #Haití Esta en lo alto.
��El país es uno de varios que enfrentan una fuerza combinada de impactos climáticos, conflictos, costos crecientes y los efectos duraderos de la pandemia.
El apoyo humanitario ha sido fundamental para ayudar a las familias a recuperarse, pero muchas siguen en las garras del hambre.
— Programa Mundial de Alimentos (@WFP)
22 de marzo de 2022
Según el análisis de la Comisión Nacional de Seguridad Alimentaria, 1,32 millones de personas, el 13 por ciento de la población, se encuentran catalogadas en situación de emergencia, y 3,8 millones (32 por ciento) en crisis.
Además, la zona costera del Departamento Sur, las tierras bajas del Noroeste, las tierras altas, la isla de La Gonave, la llanura bananera occidental y barrios pobres como Cité Soleil en Port-au-Prince tienen más del 15 por ciento de sus habitantes en una fase de crisis.
En este contexto, alimentos básicos como el arroz y la carne casi se han triplicado de precio desde 2018, mientras que el Gobierno solo ha aprobado dos aumentos salariales en 2019 y 2022, considerados insuficientes por los trabajadores.