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¿Puede la industria turística de Alemania volverse climáticamente neutral?

En la ciudad de Ueckermünde, en el norte de Alemania, el hotel y spa Haffhus es un modelo entre los líderes de sostenibilidad en la industria del turismo. El establecimiento obtiene su calefacción, refrigeración y electricidad completamente de fuentes renovables, e incluso produce toda su propia energía. En 2018, el hotel cortó su conexión a la red eléctrica pública y desde entonces ha sido autosuficiente, dice Dirk Klein, gerente de sustentabilidad de Haffhus.

Un avión vuela a través de un cielo azul
Uno de los mayores generadores de CO2 es el tránsito hacia un destino vacacionalImagen: Martín Wagner/IMAGO

Alemania debe ser neutral en gases de efecto invernadero para 2045

Sin embargo, toda la industria del turismo tendrá que hacer cambios similares para 2045. De acuerdo con la Ley de Protección del Clima, Alemania debe ser neutral en gases de efecto invernadero para esta fecha. Esto significa que debe haber un equilibrio entre las emisiones de gases de efecto invernadero y la eliminación de dichos gases de la atmósfera. Luego, para 2050, Alemania aspira a ir aún más lejos y lograr un balance de emisiones negativo.

Según la Oficina Federal de Estadística de Alemania, la industria del turismo representa solo el 2,6% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del país. No obstante, el sector de los viajes también debe hacer su parte para alcanzar el objetivo. La Asociación Federal de la Industria Turística Alemana, por ejemplo, declaró recientemente que es consciente de que la industria del turismo debe abordar el tema de la protección del clima y la sostenibilidad de manera diferente a como lo ha hecho en el pasado.

De hecho, lograr la neutralidad climática plantea un gran desafío, dice Heinz-Dieter Quack, profesor del Instituto de Turismo e Investigación Regional de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Ostfalia en la ciudad alemana de Salzgitter. «Especialmente porque el turismo implica viajar». Ir y volver de un destino de vacaciones suele ser lo que crea la mayoría de las emisiones de CO2 de un turista. Dado que es poco probable que haya viajes aéreos climáticamente neutrales en el corto plazo, los vacacionistas deben encontrar alternativas, dice Quack, como viajar en autobús y tren en lugar de avión.

Desayuno en un hotel con café, huevos, pan y otros artículos.
La comida del hotel también tiene un gran impacto en la neutralidad climática de la industria del turismo.Imagen: Fokke Baarssen/Zoonar/Picture Alliance

La economía circular ayuda a reducir las emisiones

«El transporte es lo obvio», dice Quack. «Pero al final, también se trata de cómo se comportan las personas en el destino». Aquí es donde la economía circular puede ayudar a reducir las emisiones. La industria debe considerar los alimentos y productos que los huéspedes consumen en hoteles y restaurantes y observar cómo se adquieren; si son o no importados o producidos regionalmente y en qué condiciones. La sostenibilidad de los materiales de construcción utilizados para crear nuevos alojamientos es otra área que se puede examinar. Tales aspectos tendrían un impacto directo en las emisiones de CO2.

Quack no está seguro de si las decisiones de los viajeros y las de los hoteles y restaurantes individuales serán suficientes: «No puedo decir hasta qué punto seremos climáticamente neutrales para 2045». Según un informe del Centro de Competencia para el Turismo del gobierno alemán, del cual Quack es director, «falta una estrategia nacional detallada y acordada para la protección del clima y la sostenibilidad en el turismo». Una de las razones de esto, dice Quack, es que cada estado alemán es responsable de elaborar sus propias normas y reglamentos.

Algunas emisiones de CO2 permanecerán

Harald Zeiss, profesor de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Harz en Wernigerode, cuya investigación se centra en la sostenibilidad del turismo, señala que la industria consta de muchos sectores diferentes y, por lo tanto, es difícil tratarla como una sola entidad. “Además, los requisitos impuestos por el gobierno conducen rápidamente a desventajas competitivas”, señala el experto en viajes. En cambio, pide una estrategia de sostenibilidad internacional.

Marion Schuster de la empresa Fokus Zukunft, que desarrolla estrategias de sostenibilidad y realiza inventarios de gases de efecto invernadero para hoteles, sabe en qué consiste la huella de CO2 del huésped medio de un hotel. La producción y el transporte de alimentos representaron la mayor parte de las emisiones, seguidas por la calefacción y el lavado de ropa. Difícilmente un hotel puede ser 100% neutro en carbono, dice Schuster. «Siempre habrá un valor restante». Hace unos años, la Asociación Alemana de Hoteles y Restaurantes determinó que se producen entre 17 y 50 kilogramos de CO2 por huésped y noche de estancia, dependiendo de la categoría de estrellas del hotel.

Un tren en las vías de Baja Sajonia
No sorprende que tomar un tren sea más eficiente energéticamente que volarImagen: Sina Schuldt/dpa/Picture Alliance

Carne de la granja del hotel

Andrea Fend y su familia ya han reducido significativamente las emisiones de CO2 de su hotel. Dirigen el hotel con spa Moor & Mehr en Bad Kohlgrub, en los Alpes de Ammergau, en Baviera, y lo han hecho casi completamente neutro para el clima. Su establecimiento utiliza un sistema de calefacción con astillas de madera y un sistema fotovoltaico que convierte la energía térmica en electricidad.

La carne ecológica que sirven proviene de la propia granja del hotel, mientras que el resto de productos alimenticios se compran en la medida de lo posible a productores locales. Sin embargo, a pesar de tales esfuerzos, todavía se producen 7,53 kilogramos de CO2 por huésped por día. Para asegurarse de que la huella de carbono de los huéspedes no aumente, la asociación de turismo regional les otorga un pase de invitado que les permite viajar gratis en los autobuses de la zona.

Tales medidas para apoyar el transporte público son solo un sueño en el norte de Alemania en el hotel Haffhus en Ueckermünde. «Aquí, el transporte público deja de funcionar por completo durante las vacaciones escolares», dice Dirk Klein. Esto significa que la huella de CO2 de los viajeros se dispara, ya que muchos conducen automóviles. «El tráfico es el gran problema. Podemos hacer que los alojamientos sean tan sostenibles como queramos: a menos que suceda algo fundamental, no alcanzaremos el objetivo de la neutralidad climática».

Este artículo fue traducido del alemán.

Fuente

Written by Redacción NM

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