La repatriación de los artefactos marca el final de décadas de batallas legales y esfuerzos para recuperar el patrimonio cultural de la nación.
Chipre ha descubierto una notable colección de objetos antiguos, algunos de ellos con miles de años de antigüedad, que fueron devueltos tras ser saqueados hace décadas por un conocido comerciante de arte turco.
Aydin Dikmen se llevó los tesoros del norte separatista del país en los años posteriores a la división de Chipre en 1974, cuando Turquía invadió el país tras un golpe de Estado organizado por partidarios que buscaban la unión con Grecia.
Las antigüedades se conservaron en Alemania después de que las autoridades allí las confiscaran en 1997, y tras prolongadas batallas legales se consiguió su repatriación en tres tandas, la última este año.
A la ceremonia en el Museo de Chipre (el museo arqueológico más grande y antiguo de Chipre), para celebrar la devolución de los objetos, asistieron funcionarios de alto rango, entre ellos el Presidente de la República, el Arzobispo de Chipre y el Ministro de Justicia y Orden Público.
Entre los 60 artículos recién exhibidos se encuentran exquisitas piezas de joyería del Período Calcolítico (3500-1500 a. C.) y encantadores ídolos con forma de pájaro de la Edad de Bronce, cada uno de los cuales cuenta una historia de la rica y diversa historia de Chipre.
Entre las antigüedades que Dikmen también saqueó y que fueron devueltas hace años se encuentran mosaicos de 1.500 años de antigüedad de los santos Lucas, Marcos, Mateo y Santiago. Se trata de unos de los pocos ejemplos de obras cristianas primitivas que sobrevivieron al período iconoclasta de los siglos VIII y IX, cuando la mayoría de esas obras fueron destruidas.
Las autoridades de Chipre y el país Iglesia Ortodoxa Durante décadas han estado buscando la isla. Antigüedades saqueadas y reliquias centenarias procedentes de hasta 500 iglesias en subastas abiertas y en el mercado negro.
La curadora de antigüedades del museo, Eftychia Zachariou, dijo en la ceremonia que Chipre en los últimos años se ha beneficiado de un cambio de pensamiento entre las autoridades de muchos países que ahora optan por repatriar antigüedades de dudosa procedencia.