La policía de Sudáfrica arrestó a tres personas sospechosas de ejecutar un plan fraudulento que implicaba la creación de documentos de matrimonio falsos para ayudar a ciudadanos extranjeros a obtener la ciudadanía sudafricana.
Los arrestos se produjeron durante una redada en un edificio en Durban el lunes, donde los agentes confiscaron formularios de solicitud, copias de tarjetas de identificación y otras pruebas incriminatorias.
Según la policía, un sospechoso fue detenido mientras intentaba destruir pruebas cruciales.
Las autoridades creen que los sospechosos robaron las identidades de las mujeres locales sin su conocimiento, utilizando sus identificaciones para producir certificados de matrimonio y visas falsificados para extranjeros.
“Cuando vienen, lo hacen como un hombre casado con una mujer sudafricana. Una vez aquí, se divorciarán de esa mujer”, afirmó el coronel Robert Netshiunda, portavoz de la policía regional. “Para entonces ya habían obtenido la ciudadanía, lo que les permitió traer a más gente. Esa es la estafa que supuestamente estaban realizando”.
El alcance de la operación y las nacionalidades de los involucrados aún no están claros, mientras la policía continúa analizando computadoras y discos duros recuperados del lugar.
La supuesta operación se hizo pasar por una “oficina clandestina de asuntos internos”, que brindaba servicios de facilitación de visas y matrimonios que normalmente ofrece el Departamento del Interior del gobierno.
La policía sospecha que la naturaleza sofisticada de la operación puede implicar una connivencia con una persona del Departamento del Interior. Las autoridades han identificado a un posible sospechoso pero aún no han realizado un arresto.
Sudáfrica, como la economía más grande del continente, atrae a muchos inmigrantes y solicitantes de empleo, lo que ha provocado recientes protestas antiinmigración y violencia contra los inmigrantes.
La cuestión ha ganado prominencia en las campañas políticas, particularmente durante las elecciones generales de mayo, y algunos grupos políticos han sido acusados de incitar a la xenofobia.