Después de días de negociaciones que parecían haber llegado a un punto muerto, el sindicato de trabajadores alemán IG Metall llegó a un acuerdo para evitar cierres de plantas de Volkswagen, así como despidos y recortes salariales.
Después de más de 70 horas de negociaciones maratónicas, el sindicato de trabajadores de IG Metall ha llegado a un acuerdo con la dirección del fabricante de automóviles Volkswagen.
En un comunicado de prensa, IG Metall escribió que el acuerdo permitiría una inversión sostenible en el futuro del fabricante de automóviles y, al mismo tiempo, crearía perspectivas para sus trabajadores y sus familias.
Según el acuerdo, las 10 plantas de fabricación de la empresa en Alemania permanecerán abiertas y también se evitarán despidos y recortes salariales.
Se descartan despidos hasta 2030.
Las dos partes también acordaron revisar la estructura salarial, que tiene décadas de antigüedad.
En las semanas anteriores, alrededor de 100.000 empleados de Volkswagen protestaron contra el plan de la dirección de la empresa de reducir los salarios. IG Metall dice ahora que sin esta acción masiva no habría sido posible impedir que la empresa implementara sus drásticos planes de reducción de costes.
Daniela Cavallo, presidenta del comité de empresa general y local del Grupo Volkswagen, comentó: «No se cerrará ninguna planta, no se despedirá a nadie y el acuerdo salarial de nuestra empresa estará asegurado a largo plazo».
«Aunque hay concesiones colectivas más allá de los ingresos mensuales, éstas se compensan con la preservación solidaria de todas las plantas de producción, incluidas las perspectivas de futuro y la nueva seguridad laboral hasta finales de 2030». También afirmó que el acuerdo demuestra que cualquier cambio propuesto en Volkswagen que vaya en contra de la voluntad de su fuerza laboral está condenado al fracaso.
Volkwagen había intentado anteriormente despedir a miles de empleados alemanes, así como cerrar fábricas por primera vez en el país y reducir los salarios en un 10%. La empresa también se había fijado un objetivo de ahorro de costes de unos 10.000 millones de euros.
El gigante del automóvil emplea a unos 120.000 trabajadores en Alemania. La familia Porsche-Piëch es propietaria mayoritaria del holding alemán Porsche SE, que a su vez es accionista mayoritario del Grupo Volkswagen.